Dos años del caso Alexander
• EL DIARIO hizo un seguimiento minucioso de todos los pormenores del hecho, en los dos años de este caso que aún no se esclarece
A dos años de la consternación que causó la supuesta violación y muerte del bebé Alexander, el caso es debatido en un juicio oral contradictorio, donde la Fiscalía aún intenta demostrar la hipótesis de que el médico Jhiery F. S., único detenido por este hecho en el penal de San Pedro, es el culpable del vejamen y muerte del lactante; y señala como encubridora a la enfermera Lola R. O. y como autora de homicidio culposo a la médico internista del Hospital de Niño, Sandra M. C., quienes a su vez se declaran inocentes y para probarlo acuden a los mismos indicios presentados en su contra.
Ante la falta de un fallo que parece no estar próximo, por las varias suspensiones en el juicio, EL DIARIO entrega hoy un resumido recuento de lo acontecido y lo avanzado en este proceso que hace exactamente dos años conmocionó al país; y que si bien aún no se cuenta con una resolución o el esclarecimiento de las causas de la muerte de Alexander, sí ha presentado una serie de revelaciones que modifican la credibilidad en la versión oficial del Ministerio Público.
¿Qué hace un bebé a los dos años y sus ocho meses?:
“A esa edad, el bebé estará y se sentirá capacitado para hablar numerosas y variadas palabras. Ya cantará canciones enteras, reconocerá los colores básicos, les gusta el abecedario y contarán por lo menos hasta el número diez. Asimismo, saben decir su nombre a la perfección y contará a sus padres todo lo que aprende en la guardería. También contestarán a las preguntas y hablarán con entusiasmo”, es la hipótesis de la “guiainfantil.com”.
Aquella descripción no se aplica a Alexander, el bebé que perdió la vida y cuya hipótesis de las causas de su deceso aún son debatidas en un juicio oral ,al que la Fiscalía le ha puesto el candado de la reserva judicial, en solicitud que elevó al Tribunal Décimo de Sentencia, con el argumento del artículo 144 del Código Niño, Niña, Adolecente (Ley Nº 548), el cual alude a la protección de la imagen de un niño que hoy no puede cantar ni contar hasta el diez, mucho menos contar a sus padres todo lo que le pasa.
DESCRIPCIÓN
La madrugada del 13 de noviembre de 2014, el bebé de ocho meses Alexander Óscar Ch. V. fue llevado por la “mamita”, Madelen P. Ch. (19), de la Sala 2 del Hogar Virgen de Fátima, al consultorio del Hogar, donde la enfermera Lola R. O. (37) verificó que el menor no podía respirar y ante la ausencia del médico de guardia, Jhiery F. S. (34), ella decide trasladar al menor al Hospital del Niño.
La enfermera y la mamita declararon haber llamado al doctor vía celular, pero el contacto fue interrumpido debido a la falta de crédito en su móvil. Según el registro telefónico, esta llamada de pocos segundos fue hecha a las 06.31.
En la llamada, corroborada en los testimonios de Madelen P. Ch., la enfermera no logra explicar al médico la gravedad del estado del bebé y teniendo en cuenta los signos vitales, la enfermera decide evacuar a Alexander a un centro hospitalario.
Según la abogada de Defensa Pública, Verónica Mercado, que asiste en el juicio a la enfermera, estas acciones se enmarcan en el manual de funciones del Hogar y sostiene que la misma solo cumplió con su trabajo.
Minutos después, Lola R. O. sale del Hogar por la calle 3 de Obrajes y detiene una ambulancia que, de manera coincidente, circulaba por la avenida Hernando Siles, obligando al conductor a trasportarla al Hospital del Niño.
Sin embargo, de forma contradictoria con la hora de la llamada, según el registro de las tres cámaras, una en la calle, otra en la sala de espera y otra en la unidad de emergencias, Lola R. O. ingresa al hospital con bebé en brazos a las 6.20.12 horas.
En el lugar, luego de una noche que describieron de relativa tranquilidad, estaban a minutos de concluir su turno y retirarse a descansar el médico de guardia (responsable de toda la unidad) José Luis D. A. (45), la médico internista Sandra M. C. (27), quienes verifican que el menor llegó frío y sin signos vitales, por lo que junto a todo el personal de Emergencias, el médico practicante, Darío R. T., la jefa de enfermeras Martha T. A. y la practicante de enfermería Nati Ch. B. inician el procedimiento de resucitación.
Según un informe relativo al médico José Luis D., luego de 45 minutos (20 minutos efectuando el RCP sobre el torax del menor), el corazón de Alexander vuelve a latir pero se determina la necesidad de trasladar al lactante al Hospital Juan XXIII, porque era el único centro donde tenían disponible una Unidad de Terapia Intensiva (UTI), en la cual debían mantener al menor con respiración artificial.
El testimonio de las enfermeras y la relación de hechos presentada en la imputación contra las enfermeras revela que la causa de la broncoaspiración, se debió a que el bebé se atragantó con su leche, cuyos residuos afectaron los pulmones, debiendo ser extraídos vía oral.
Para el traslado, abordaron otra ambulancia, Lola R. O., Darío R. T. y la internista Sandra M. C., quien, mediante un dispositivo ambucea (acción de insuflar manualmente un resucitador manual, con el fin de asegurar la ventilación de un paciente en estado crítico), mediante oxígeno al menor y las mismas cámaras registran la hora de salida, a las 08.01.
Al Juan XXIII, de los varios datos que EL DIARIO colectó, uno de ellos señala un menor tiempo de traslado, de 50 minutos, con lo que puede observase la contradicción entre las horas de la llamada y el de las cámaras, período en el que Sandra M. C. no interrumpe el ambuceo en todo el recorrido, según remarca su abogada, Suleyka Lanza.
En el hospital Juan XXIII, de la zona Munaypata, Alexander es recibido por el médico Roberto G. R., quien solo minutos después reporta a la trabajadora social del hospital que se ha producido un profuso sangrado por la región anal del menor, por lo que se procede a dar parte a la Policía y a la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia.
A las 13.00 horas de ese día, con el lactante aún con vida, se presenta la perito forense del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), Ángela Yarmila Mora Vera, quien es traída por personal del Sedeges y determina en su informe médico: “La presencia de desgarros sangrantes recientes en la región perianal del bebé”, concluyendo: “con signo de coito anal reciente traumático”.
El informe de Mora es el inicio de una serie de hechos que concluyen en la imputación por infanticidio en contra de 11 personas, nueve de ellos son personal médico de las tres instituciones. Casi un mes después, el 15 de diciembre, la imputación inicial se amplía en contra del médico Jhiery F.S., cambiando la tipificación al delito de violación, por el cual es cautelado y enviado al penal de San Pedro, ante el estupor y condena social del hecho.
La “hipótesis” de abuso sexual, que según la exfiscal de Distrito, Patricia Santos, “fue sustentada” por el fiscal general Ramiro Guerrero, desde Sucre, a través de los fiscales especiales, sostiene que el médico Jhiery F.S. violó al lactante en la Sala 2 del Virgen de Fátima, a las 05.00 de la mañana, cuando la “mamita” a cargo de Alexander y otros 8 lactantes, abandona el lugar para traer las mamilas del desayuno, al área de papilla “...circunstancia que es aprovechada por el médico, quien ingresa a la sala, accede sexualmente al bebé AOCV y ante el regreso de la mamita, el imputado procede a escaparse del lugar“, señala parte de la relación de hechos que aún se mantiene en la etapa de juicio la fiscal titular del caso, Susana Boyán.
Más aún, el documento al que tuvo acceso EL DIARIO, afirma que Madelen P. Ch. “se percata de que había sangrado anal en el bebé, opta por lavar al mismo”, y en complicidad de la enfermera Lola R. O. deciden ocultar el sangrado.
Acción de encubrimiento que también es sindicada al personal del Hospital del Niño, sin que en el documento se señale cuál fue el móvil o razón por la cual médicos y enfermeras, sin tener relación alguna, incurran de forma coincidente en esa actitud.
IRREGULARIDADES
En los días precedentes a la muerte del bebé, antes de la detención de Jhiery F.S., el Colegio Médico de La Paz salió a cuestionar el informe forense elaborado por Mora, quien de forma extraña presenta su renuncia. Trascendió que lo mismo acontece con el entonces director del IDIF y el perito que efectúa la autopsia, Cristian Vargas.
El hecho es minimizado por el fiscal general, Ramiro Guerrero, quien asegura que las tres renuncias se dan por “razones personales”.
FISCALÍA: “HABLAMOS LUEGO DE ESO”
En el complejo panorama jurídico del caso Alexander, la respuesta a todo cuestionamiento legal, denuncias o irregularidad en el proceso de investigación es casi nula por parte del Ministerio Público, que en voz de sus máximas autoridades se amparan en la “reserva judicial”. En el caso del fiscal departamental, Edwin Blanco, el pasado miércoles, este se excusó sin dar mayor importancia a nuestras consultas: “Hablamos luego de eso”, dijo y cerró la puerta de su despacho, al ser abordado sobre el tema.
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