Todo lector coincidirá en que es deplorable que se esté produciendo la pérdida de los glaciares de la cordillera de Los Andes, pero más allá de esta reacción conceptual, las consecuencia de este proceso pueden afectar seriamente al abastecimiento de agua, por lo menos en lo que corresponde a la ciudad de La Paz. Como está ya ocurriendo.
Es conocido que buena parte del líquido elemento que se consume en esta capital proviene precisamente de glaciares, de manera que al paso que van los deshielos, La Paz empezó ya a ser una de las ciudades más afectadas del país.
El efecto preocupante es que esta ciudad puede confrontar la carencia casi total de agua para el consumo humano. Como la pérdida de glaciares es irreparable, sin duda por causa del cambio climático, que en los hechos ha elevado la temperatura del planeta, sería oportuno empezar a prever otra u otras fuentes de agua.
El problema está ya mostrando en estos días sus efectos enormemente negativos. De momento, la medida no se está aplicando al cien por ciento, pero mientras sigamos teniendo días tan calurosos, como los actuales, la situación irá subiendo de gravedad.
Las autoridades son las que tienen mejor conocimiento de si hay o no responsables de que no se hubiera tomado previsiones con alguna anterioridad, pero lo que parece inequívoco es que La Paz será probablemente la más castigada por la falta de agua.
De momento, algunas autoridades hablan de que el racionamiento será solamente en noviembre, pero por lo que se experimenta con los glaciares y que las represas locales están casi vacías, de hecho en diciembre la situación no cambiaría.
Construir nuevas represas en corto tiempo es totalmente improbable, por lo que habría que tomar alguna otra medida.
La perspectiva es difícil y compleja, pero como solución de mediano plazo, solamente quedaría construir un par de acueductos desde los ríos del norte de La Paz y, principalmente, de los caudalosos ríos que tiene la región oriental del país. En las estadísticas internacionales, son por éstos que se considera que Bolivia es una de las mayores riquezas de agua que existe en Sudamérica, aparte de Brasil, en Sudamérica.
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