“Buena química” entre Trump y un presidente musulmán

El Cairo.- En los pasados días casi todos los países tuvieron algún tipo de reacción temprana o tardía ante la elección presidencial realizada en Estados Unidos de América (EEUU), en especial por las controvertidas opiniones del candidato ganador Donald J. Trump durante toda su campaña.

Considerando la postura nada favorable de Trump respecto a los musulmanes del mundo, cuyas expresiones en ocasiones no diferenciaban el profesar la religión islámica con la actividad de grupos radicales terroristas como ISIS (autodenominado Estado Islámico) que no representa a los más de 1.6 billones de musulmanes en el mundo (dato del año 2010 de acuerdo con Pew Research Center), fue muy interesante ver la reacción de autoridades y sociedad egipcia después de que éste resulto el triunfador de las elecciones de EEUU.

En los medios de comunicación estatales y privados locales se dio mucha atención a la noticia de que el primer mandatario extranjero que felicitó al candidato electo Trump a través de una llamada telefónica fue el General Abdel Fattah Saeed Hussein Khalil al-Sisi, Presidente de la República Árabe de Egipto; a muchos pudo haber sorprendido esta actitud debido a que Egipto es un país musulmán, pero no fue una noticia inesperada, puesto que en el mes de septiembre Al-Sisi se reunió en Nueva York con Donald J. Trump (en ese entonces aún candidato).

En el comunicado oficial del equipo de su campaña, señalaron que Trump expresaba su mayor aprecio a los musulmanes que aman la paz, y que prometía que si era electo EEUU sería para Egipto un “amigo leal” no un simple aliado, con el que puede contar en los días y años por venir.

Posteriormente en un medio de prensa Trump se refirió a la reunión sostenida con Al Sisi como un gran encuentro, indicando que hubo una buena química entre ellos y que cree que es un “tipo fantástico”. Por su parte, en una entrevista de CNN en EEUU cuando a Al-Sisi le preguntaron si él cree que Trump sería un líder fuerte, Al-Sisi respondió que sin duda lo sería, dando una respuesta más evasiva respecto a la pregunta respecto la capacidad de Clinton como gobernante.

Las reacciones de la población egipcia fueron muy diversas, muchos recibieron con agrado que Trump haya sido electo en lugar de Clinton, quien creían dio cierto apoyo a la Hermandad Musulmana para llegar al poder previamente al gobierno actual de Al-Sisi (en la actualidad es un grupo catalogado en Egipto como terrorista).

Otros en cambio se encuentran susceptibles respecto a su posición contra el Islam y los musulmanes, aunque a la mayoría no le importa demasiado quién ganó en ese país porque eso no afecta sus vidas, las cuales están en estos últimos meses complicadas por la creciente inflación y encarecimiento de los productos.

Es difícil conocer el futuro rumbo de las relaciones entre Egipto y Estados Unidos de América en los siguientes meses y años, pero sin duda un posible acercamiento más estrecho (del existente a la actualidad entre estos dos países) puede ayudar a que Egipto tenga en un futuro, un papel más importante en la lucha contra el terrorismo en Oriente Medio.

La autora es abogada boliviana, reside actualmente en El Cairo, Egipto.