Reunidos en Cochabamba, obispos de la Iglesia Católica de Bolivia, ayer concluyeron en condenar linchamientos y feminicidios y pidieron misericordia en las personas.
“Convivamos en base a la verdad, sin mentiras, desde el respeto, sin agresiones. Que los intereses particulares den paso al interés por el bien común, particularmente a favor de los más vulnerables y descartados: privados de libertad, discapacitados, enfermos y personas en situación de pobreza extrema. Totalmente opuesto a la sacralidad de la vida son los feminicidios, los linchamientos, la trata y tráfico de personas, los abortos provocados y todas las formas de violencia persistentes en la sociedad”, dice el mensaje.
También recomendaron que hace falta vivir en la práctica de la justicia, a veces instrumentalizada por intereses políticos y por la corrupción. “El uso de la prisión preventiva sin sentencia judicial y por largo tiempo vulnera el derecho a la presunción de inocencia, ocasionando condiciones inhumanas en las cárceles. Nos unimos al clamor histórico del pueblo boliviano por una Justicia confiable, ágil e imparcial”, dice el documento.