Contar con la planta de tratamiento de aguas de los ríos Choqueyapu y Orkojahuira del municipio paceño es una necesidad que debe ser cubierta con urgencia, debido a la desaparición de los glaciares y la ausencia de acciones de mediano y largo plazo, que garanticen el acceso al agua de calidad para consumo humano y controlar la crisis que azota a la sede de Gobierno.
El experto ambientalista Freddy Tejada afirmó que la recuperación de estas aguas requiere un análisis de manera integral, toda vez que las descargas pluviales y las sanitarias están juntas, lo que hace que todo proyecto de recuperación de esas aguas sea tratado con proyectos complementarios, entre estos de educación ciudadana y alerta por el impacto de futuro.
“Hay la urgente necesidad de que hagamos plantas de tratamiento de aguas para La Paz. Esta urgencia se pone de manifiesto más que nunca, en la actual situación. Dándole todo el impulso necesario; en dos años podríamos contar con una planta”, apuntó Tejada.
INVERSIÓN
Por su parte, el asesor municipal de Programa de Aguas de La Paz, Jorge Sotez, recordó que la planta de tratamiento de esas aguas es un añorado proyecto de los paceños desde hace décadas, cuya inversión se calcula en un aproximado de 70 millones de dólares para la primera fase, según el proyecto formulado dentro del Plan Metropolitano de Agua y Saneamiento Básico.
Según cálculos iniciales, el mejoramiento de todo el sistema de saneamiento urbano de La Paz requeriría una inversión 350 millones de dólares, que incluye las alcaldías de Achocalla, Mecapaca, Palca, Viacha, Pucarani y Laja.
De acuerdo con lo anunciado, el plan prevé cuatro tomas receptoras, cuyo proceso se inicia en la ladera oeste, desde la Kollasuyo a la Buenos Aires; para conectar con el río Orkojahuira, y desde Pampahasi se colectaría con el río Huayllas para su potabilización.
“Es posible recuperar el Choqueyapu y optimizar sus aguas para riego, en el futuro se pueda contar con este recurso; son aguas reutilizables para la agricultura”, dijo.
A su vez, en criterio de Tejada, ese proyecto podría ser factible a mediano plazo, pero “amerita que se efectúen estudios más acuciosos, toda vez que considera que a medida que transcurre el tiempo, la condición del río es más compleja”.
INDICADORES DE CONTAMINACIÓN
Una auditoría ambiental al río Choqueyapu efectuada por la Contraloría General del Estado, en julio de 2013, señala que la contaminación de las aguas del río Choqyueyapu dan cuenta que, aproximadamente, 300 toneladas de residuos diariamente se vierten a su cauce. De esta manera, se ha ido convirtiendo en una cloaca que recoge el agua del alcantarillado público, domiciliario, industrial, hospitalario, sin tratamiento previo.
Una de las 37 conclusiones a las que arribó el estudio de la Contraloría General para revertir esa situación y mejorar el desempeño ambiental de las instancias involucradas, a fin de lograr la recuperación y restauración de este ecosistema dañado tiene que ver con el tratamiento y recuperación de esas aguas.
De acuerdo con un estudio efectuado por el Viceministerio de Industrias, referido por Tejada, se reveló que el afluente está 5 veces más contaminado que el río más sucio de las clasificaciones en el Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica de la Ley del Medio Ambiente.
A pesar de ello, la toxicidad disminuyó en los últimos años, debido a que muchas industrias, que generaban niveles de contaminación cerraron o se trasladaron a la ciudad de El Alto.
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