Reorganización de Epsas con personal tecnificado

La ciudad de La Paz está pasando por un calvario por la falta de agua, debido a la incompetencia y falta de previsión de Epsas, empresa pública de agua y saneamiento. Es increíble que sus actuales personeros se confiaran en la provisión de agua por acción de las lluvias. Y ante la falta del líquido elemento, recién afloraron las deficiencias de Epsas, que para el paceño solo es una entidad política, porque su personal no es de técnicos capacitados y para colmo, los sueldos de esta empresa son exagerados en varios casos.

Se ha trabajado sin previsión, al extremo de que no se monitoreaba constantemente la represa de Hampaturi que da agua a 94 barrios de la ciudad, entre ellos la ladera este y zona sur. Por previsión se debió construir otras lagunas de aprovisionamiento, en proximidades de los glaciares, porque actualmente las fuentes de aprovisionamiento de agua son las mismas desde 2007, represa La Paz en Hampaturi Alto y Sistema Chuquiaguillo, que están en construcción y acabará en 2018.

Los vaticinios científicos mundiales sobre el aumento de temperatura en el planeta se están cumpliendo y su efecto es dramático en los polos Norte y Sur, así como en los glaciares, donde se observa el fenómeno de descongelamiento, lo que traerá como consecuencia el aumento de agua en los mares u océanos, por lo que subirá el nivel de ellos, en un promedio de por lo menos un metro de altura, descompensando el sistema costero de centros poblados.

En Bolivia desde hace tiempo se produce el derretimiento de los nevados en la Cordillera Real, dando lugar a la formación de 35 lagunas glaciares, lo que significa nuevas reservas hídricas, como lo asevera el Instituto de Hidrología e Hidráulica de la Universidad Mayor de San Andrés. Actualmente Bolivia es afectada por una intensa sequía, por y carencia de lluvias. Por los cambios climáticos, nevados como Illampu, ChacaItaya, Illimani, Huayna Potosí y Condoriri están sufriendo un deshiele paulatino que da lugar a la formación de lagunas, que luego se transforman en bofedales húmedos, que son reserva posible de agua. Actualmente son más de 200 en los nevados de la Cordillera Real.

Pese a estos informes favorables, la ciudad de La Paz está soportando un racionamiento de agua que provoca malestar, por la posibilidad de que se presenten enfermedades epidémicas. En este caso la situación sería muy seria, por lo que se debe evitar llegar a estos extremos.

En la realidad, las lagunas que proveen agua a la zona sur están vacías por la falta de lluvias y las posibilidades de suministrar agua son pocas y solo se espera que la Madre Naturaleza produzca lluvias intensas, para llenar estas lagunas. Por ello solo quedaría la posibilidad de que las autoridades de gobierno mediante sus organismos oficiales se apresten a traer agua de ríos o riachuelos cercanos a la ciudad a través de carros cisternas y potabilizarlos para el consumo. La perforación de pozos en las ciudades de La Paz y El Alto no está descartada.

El problema de sequía en el país es grave porque nos afecta a todos, por la disminución de alimentos que produce el agro. Los mercados de abastecimiento mostrarán falta de víveres o subida de precios, lo que afectará el bolsillo del consumidor. La presencia de hambre y miseria en centros poblados dará lugar a que el gobierno tenga que intensificar la importación de alimentos de mercados externos. En fin, este panorama preocupa mucho a los bolivianos.

El autor es Profesor Emérito y ex-autoridad universitaria de la UMSA.