Carretera a Ilo, tan solo a 50 kilómetros

Desde el gobierno de Jaime Paz Zamora que firmó un acuerdo con el presidente del Perú, Alberto Fujimori, por el caso del puerto de Ilo que sería puesto al servicio de Bolivia, se ha sostenido la urgencia de realizar obras de infraestructura en la misma región y, sobre todo, se informó sobre la construcción del camino carretero, debidamente asfaltado, entre Bolivia e Ilo. Pero, pasado el tiempo, quedaron en nada los proyectos y los planes para hacer realidad que Bolivia disponga de un puerto en el Pacífico y que, de alguna manera, nos libere de la dependencia de puertos chilenos para labores de exportación e importación.

Con motivo de la ascensión de un nuevo presidente en el Perú, se ha traído a colación el proyecto y, así se anunció hace pocos días en sentido de que “faltarían solo 50 kilómetros para concluir la construcción del camino a Ilo porque las obras a ejecutarse entre Santiago de Machaca-Hito IV iniciaría operaciones a partir de este año hasta conseguir su conclusión”.

El hecho de que falten tan solo 50 kilómetros para terminar la vía demostraría que, finalmente, se han dado pasos en pos de hacer realidad el proyecto largamente acariciado; pero, hay que convenir también en que unos son los hechos y otras muy diferentes las promesas y los propósitos. Lo cierto es que la experiencia muestra que muchos proyectos a llevarse a cabo en comunidad con el Perú no han sido ejecutados y solamente son recordados en fechas especiales o cuando se producen reuniones entre altas autoridades; el caso Ilo es prueba más que suficiente de que en política todo se reduce a promesas que no se concretan.

La situación que se mantiene con el gobierno chileno debería ser motivo más que suficiente para acelerar todo el proyecto con el Perú para hacer efectivo el uso de un puerto en Ilo, infraestructura que ya debería estar en construcción y que se ha anunciado en diversas oportunidades. El gobierno, en lugar de construir edificios suntuosos que no se necesita, podía haber destinado muchos millones de dólares tanto a la atención del caso Ilo como en proyectos para solucionar el grave problema del agua que, por su falta, hoy cobra víctimas en todo el país. Podía el gobierno dedicar inversiones a hospitales y locales escolares; pero ha preferido realizar aquello que es carísimo, suntuoso e innecesario porque ello solo le reporta popularidad y le permitiría continuidad a partir del año 2019.

El puerto de Ilo es de importancia capital para el país y no debe ser descuidado; la conclusión de los 50 kilómetros que falta para terminar la carretera debería ser prioritaria. Por otra parte, será preciso que se informe sobre la construcción de la carretera que, se entiende, habría sido concluida hace tiempo con excepción de los kilómetros que faltan.

Es urgente que el gobierno actúe con la celeridad y responsabilidad necesarias para concretar el puerto de Ilo, cuyos trabajos de infraestructura deben ser acelerados y realizados previas las licitaciones públicas que señalan las leyes.