Los últimos dos años fueron los más dramáticos en el deshiele del nevado Huayna Potosí debido al cambio climático. En este lapso de tiempo la nieve retrocedió aproximadamente 200 metros, informa Eulalio Gonzales, dueño del refugio Las Rocas, ubicado en el lugar.
Hasta hace dos años, la nieve y los hielos descendían hasta los 5.130 metros sobre el nivel del mar (msnm); sin embargo, el panorama cambió negativamente en el último tiempo, dice Gonzales, quien junto a su esposa Lidia Huayllas, viven y trabajan en el lugar desde hace siete años.
"El calentamiento global ha afectado mucho. Estos dos últimos años ha sido con mucha más fuerza, porque los anteriores años en octubre o noviembre empezaba a nevar hasta febrero, pero estos últimos años ya no está nevando", explicó Gonzales.
Otro indicador del retroceso de la nieve es que hasta hace dos años los montañistas empezaban el ascenso hasta el nevado desde los 5.130 metros sobre el nivel del mar a partir de las 04.00 a fin de evitar el sol laxante, pero ahora inician el recorrido a las 23.00 o cerca de la medianoche.
"Ahora se lo tiene que hacer mucho más temprano (Â…) ya se van a las 23.00 para poder compensar para estar en el frío porque en el calor del sol no se puede caminar", refiere Gonzales.
Huayllas agrega que en las noches en el lugar se escucha el sonido de ríos a consecuencia del deshiele, lo que ha afectado al turismo de montaña.
"La nieve está lejos, antes aquí en el refugio era mucho más nevado, la nieve ha retrocedido mucho, unos 200 metros ha retrocedido, incluso en las noches se escucha mucho ruido como si estuviera corriendo un rio aquí".
El encargado del registro de turistas y habitante de la comunidad de Llaullini, Víctor Laura, contó que hace años atrás los glaciares llegan hasta niveles de 4.500 msnm; sin embargo, ahora se derriten por el calor.
"Los glaciares se han ido descongelando grave, la nieve llegaba hasta abajo, antes era mucho más según decían mis abuelos, pero ahora se está descongelando", comentó Laura.
El guía de montaña Sergio Condori comentó que al cambio climático que afecta al suministro de agua se suma el trabajo de la minería en Milluni que, asegura, contamina con metales pesados a las lagunas que alimentan la represa.
"En el camino hay minería que contaminan, actualmente estamos tomando agua contaminada y nadie absolutamente hace nada. Esta agua (deshiele) viene para Zongo (donde se genera energía eléctrica) y va para lo que consumimos, lamentablemente está contaminado por las minas, las lagunas no tienen el color azul, están de color naranja y amarilla y es todo mineral y nade dice nada", reflexionó Condori.
El Huayna Potosí, en el Macrodistrito Zongo, es uno de los destinos preferidos por los turistas debido a las escalinatas pendientes, los macizos cerros y el manto blanco que lo envuelve. (AMN)
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