“Método para desviar la negatividad nuestra y la de otras personas”

Las actitudes negativas de las personas se las puede sentir en el cuerpo como sensaciones desagradables que nos indican alguna forma de amenaza real o imaginaria.

Si no hacemos nada para procesar esas sensaciones negativas, pronto se van descargando en el cuerpo y si no hacemos caso de esas señales que son las sensaciones desagradables que siente el cuerpo, pronto sentiremos el efecto del envenenamiento lento y sutil que producen los pensamientos negativos.

Todos podemos darnos cuenta de cómo reacciona nuestro cuerpo cuando hablamos con una persona negativa o simplemente cuando pensamos en esa persona; ese “darnos cuenta” es un acto de conciencia que nos reporta que estamos teniendo contacto con una persona negativa y que, si no hacemos nada, esa negatividad va a terminar por entrar en nuestra mente y en nuestro campo áurico y ejercer su nefasta influencia produciéndonos un desagradable estado de depresión.

Ahora vamos directamente a la herramienta de poder personal que hoy estamos aprendiendo: En cada ocasión en que sienta esas sensaciones extrañas y desagradables cuando habla con una persona negativa, debe tocarse el lado izquierdo de su pecho para establecer un anclaje corporal y simultáneamente imaginar que tiene una pequeña bolsa de plástico color lila o violeta y colocar la imagen de la persona negativa en el interior de esa bolsa de color y debe llevar dicha bolsa con la imagen dentro a su lado izquierdo para descargarla por la noche.

Todo la operación es esa, simplemente debe ensayarla las veces que haga falta hasta que se convierta en un reflejo automático y notará que puede percibir claramente cualquier energía negativa que usted mismo piense o que le proyecten otras personas y al utilizar su toque del pecho y su imaginación de la bolsa de protección, notará que sus estados de ánimo se mantienen positivos, limpios y agradables.

Su bolsa de desechos psíquicos debe estar ubicada en su espalda, en su lado izquierdo y en la noche, debe vaciar esos contenidos en un horno de reciclaje imaginario que funciona como una moledora de maíz donde se meten las imágenes desagradables y por otro lado salen energías limpias que el universo puede reutilizar.

El enorme alivio que provoca la incorporación de este ejercicio mental e imaginativo procede del hecho de que de esa manera desviamos los pensamientos negativos que envenenaban nuestro cuerpo y el segundo aspecto, es el anclaje corporal que nos permite evidenciar que realmente estamos haciendo la operación mental y la imagen negativa o el pensamiento negativo han ido a parar a esa bolsa de desecho psíquicos y no a nuestro precioso y eficaz organismo natural; nos vemos en el artículo de mañana.

Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema, llame a los teléfonos del encabezado con confianza (2488284 – 72513317), los problemas sólo se resuelven cuando uno se decide a resolverlos de verdad.