La Habana.- Una cola interminable rodea desde el amanecer el memorial José Martí en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde miles de cubanos con rostros de tristeza, emoción contenida y lágrimas acudieron ayer los primeros a rendir tributo al expresidente de Cuba, Fidel Castro.
Puntual, a las 9.00 hora local (14.00 GMT), el memorial José Martí abrió sus puertas y los primeros fieles al comandante, muchos entre llantos y otros con la mano en el pecho, comenzaron a desfilar frente a uno de los tres puntos de homenaje instalados, casi idénticos, con flores blancas, imágenes de Fidel, y sus condecoraciones militares.
No estaba la urna con las cenizas del comandante, como muchos en la fila esperaban, aunque los restos cremados de Fidel sí viajarán a partir de mañana por la isla, hasta Santiago de Cuba, cuna de la Revolución, donde se realizará su funeral el 4 de diciembre.
“He venido a cumplir con mi deber patriota y revolucionario, en honor a nuestro comandante en jefe, que murió como comandante invicto”, afirmó a Efe Jesús, un hombre de 85 años que colaboró con la lucha clandestina antes de la Revolución en Ciego de Ávila. (EFE)