La administración del agua

El vicepresidente Álvaro García Linera, a jueves 17 de noviembre, hora 17:50, manifestó que las autoridades deben aprender a rodearse de personal con “información precisa” y no de simples familiares que favorecen los aprovechamientos societarios con intereses privados. Ciertamente, fue una buena precisión que se escuchó después de mucho tiempo y en todo el ámbito nacional, que puede servir para mejorar la situación actual.

LOS HECHOS QUE SE REPITEN

En el “cambio de personas” que se ejercita en Epsas (Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento) se repiten los mismos hechos, en un sistema de manejo que muestra la penetración de los partidos en la Administración y que frena el inmenso deseo de hacer bien las cosas. En efecto, hay una concentración del Poder con aprovechamientos excluyentes. Consiguientemente, ahora se tiene un director y un nuevo interventor, con vanos patriotismos de universidad, de un entusiasmo sin igual; ya que, en el sistema, continúa el dominio del partido en las instituciones.

En el caso de Cochabamba, la tarifa solidaria y básica que se propone, anda destinada al reino de la deferencia, ya que no se tiene siquiera el líquido elemento. Finalmente, en La Paz de nada sirve decir que la Municipalidad nada tiene que ver con el problema del agua, si bien se “detalla irregularidades cometidas en Epsas, que pueden ser remitidas al Ministerio de Transparencia para que inicie las investigaciones” (1). Desafortunadamente en la performance de las autoridades que se señala, no se advierte por lo menos la preocupación inmediata de democratizar la función pública, tal como acontece a la fecha con la institucionalización de cargos en el servicio esencial de Salud, donde en vano se tiene paros que aquejan a la población.

LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

Para evitar aquellos pereques insustanciales de los llamados “gobiernos”, la democratización de la función pública permite asegurar la participación real de los funcionarios de Epsas para la buena marcha del servicio. Los trabajadores de Epsas para poner en marcha plenamente sus conocimientos deben ser consultados obligatoriamente sobre las cuestiones de sus competencias. De manera concreta ellos lo han demostrado, cuando en marzo ya advirtieron de la escasez del agua.

Contrariamente, a la hora 17:30 del 17 de noviembre de 2016, la ciudad de El Alto ha creado una situación tensa, con la detención de dos autoridades del Ministerio de Aguas, mientras la Ministra del ramo puede brindar un informe a propósito del desabastecimiento del agua. Por otra parte, los trabajadores de Epsas piden clamorosamente que el “cambio de personas” recaiga en ingenieros o personas que saben del tratamiento de aguas. . ¡Caramba! ¿Qué sucede para un grito tan clamoroso? ¿Que el aparato de administración de Epsas estaba copado por dirigentes, por políticos? No, señores, seamos serios y hagamos bien las cosas, como nos lo pide el vicepresidente García Linera. Todo aparato administrativo de un Estado moderno debe evitar la intervención partidista. La administración debe servir a la nación, consiguientemente, se debe asegurar su democratización y mejor la eficacia de su acción.

En síntesis, los aparatos administrativos que se conforma en el Estado, deben ser distintos de los partidos políticos. Una exigencia que resulta imposible de practicar, no lo dudo; sin embargo, VALE como una enseñanza para el futuro. Dado que la problemática contemporánea del desarrollo está en el necesario perfeccionamiento de las formas de organización político-social.

1.- Extra: Epsas gasta 52% del presupuesto en sueldos. Cochabamba, 17 de noviembre de 2016, Pág. 6.