Medellín (Colombia).- Bajo la consigna “El fútbol no tiene fronteras”, una multitud que no cupo en el estadio Atanasio Girardot de Medellín homenajeó aywer por la noche al equipo de la Associação Chapecoense de Futebol y demás víctimas de la tragedia aérea ocurrida el pasado lunes cerca a esta ciudad colombiana.
El estadio, que albergaría el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana entre el Atlético Nacional y el Chapecoense, se convirtió a la hora marcada para el juego en un templo en el que colombianos y brasileños fundieron sus voces para recordar a los 71 fallecidos en el siniestro y a los seis supervivientes.
En el exterior del estadio otra multitud que no consiguió ingresar porque no había más lugares, encendía velas y depositaba flores en la acera en homenaje a los 19 jugadores del Chapecoense, los 25 miembros del cuerpo técnico, directivos e invitados, los 20 periodistas y los siete miembros de la tripulación del avión Avro RJ85, de la compañía boliviana Lamia que murieron en la tragedia.
Las otras seis personas, del total de 77 que llevaba el aparato, fueron rescatadas con vida y permanecen ingresadas en distintos hospitales de Medellín y sus alrededores.
El acto, emotivo de principio a fin, congregó a los ministros brasileños de Relaciones Exteriores, José Serra, y de Cultura, Roberto Freire; al alcalde de Chapecó, Luciano Buligon; su homólogo de Medellín, Federico Gutiérrez; al gobernador del departamento de Antioquia, Luis Pérez, y representantes de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol), del Atlético Nacional y de otros clubes. (EFE)