La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, se disculpó ante los ciudadanos en un discurso televisado tras entregar todos sus poderes al primer ministro, Hwang Kyo-ahn, después de que el Parlamento aprobara su destitución por su implicación el escándalo de corrupción.
Park aseguró que “toma en serio las voces de la Asamblea Nacional y del pueblo”, en un discurso ante el gabinete solo una hora después de que la Asamblea Nacional diera el “sí” al “impeachment” por mayoría abrumadora.
También instó a los ministros y al nuevo líder provisional del país a “hacer todo lo posible para minimizar los vacíos en el gobierno, especialmente en los ámbitos de economía y seguridad”, hasta que el Tribunal Constitucional dé el veredicto final sobre su destitución.