En el peor escenario de la sequía que Bolivia afrontará en 2017, la crisis por la provisión de agua puede comenzar en agosto y no en noviembre como sucedió este año, según un documento del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
Se trata de un resumen del “Plan de Acción de Emergencia en Áreas Urbanas con Déficit Hídrico” al que accedió Efe y que fue presentado en noviembre a organismos de cooperación internacional.
Los pronósticos muestran que en 2017 puede ser la gestión con menos precipitaciones en ocho años y o el período más seco en una década, afectando las represas de La Paz situadas en las zonas de Hampaturi, Incachaca, Milluni, Tuni Condoriri y Achachicala.
En los peores escenarios, el embalse del Tuni podría estar en un 60% de su capacidad, el de Milluni en un 40% y el de Incachaca en un 40%, con lo que “la crisis empezaría en agosto del 2017”, según el documento citado.
En 2016, los racionamientos de agua comenzaron en La Paz en noviembre, afectando a más de 350.000 personas, sobre todo en las zonas este y sur de la ciudad. (EFE)