“Estamos viviendo lo que hemos soñando en el pasado”

Estamos viviendo la vida que hemos soñado, tal vez nos cueste creer; pero es real, fuimos nosotros quienes hemos creado nuestro propio presente y por lo tanto, deberíamos disfrutarlo.

Si por alguna razón hubiera algo en nuestro mundo actual que no nos guste, podemos comenzar a soñar ahora o esta misma noche para que podamos pensar con claridad, será necesario buscar un lugar tranquilo, sentarse cómodamente, cerrar los ojos y contar del diez al uno y luego en ese estado de paz y de calma interior, proceder a preguntarnos cómo sería la escena que mejor represente la vida que queremos vivir.

Hay varias escenas para representar las diferentes partes de nuestra vida, hay una escena positiva para representar el éxito en nuestro hogar; hay otra escena para representar la forma en que quisiéramos que se manifieste nuestro éxito en nuestros negocios; hay otra escena para representar el éxito en los estudios, hay otra también para representar el éxito relacional y así sucesivamente para los aspectos del trabajo, de las relaciones sociales y para nuestra relación con nosotros mismos.

Cuando pensamos con las escenas mentales habituales nos convertimos en efecto y nos suceden las cosas; cuando pensamos con las escenas mentales deseadas y positivas, nos convertimos en causa y es así que aprendemos a hacer que sucedan las cosas.

El proceso de manifestación de los pensamientos es constante en la vida, los pensamientos predominantes y secundarios se van manifestando en nuestra vida formando realidades que estamos obligados a vivir y es así que debemos darnos cuenta de que vivimos en la calidad de vida que pensamos y es por eso que se hace necesario mejorar la calidad de nuestro pensar, de nuestro hablar y de nuestro “leer”; todas estas mejoras van mejorando nuestra calidad mental y al mejorar nuestra calidad mental, mejora nuestra realidad y nuestra calidad personal también.

Cada palabra nueva que sea positiva y que sea repetida hasta que sea memorizada y emocionalizada produce un cambio sutil y una mejora notable en el lenguaje y en el intelecto que se manifiesta como un mejoramiento en nuestra claridad mental.

Si aprendiéramos una palabra positiva en cada día de vida (soy sano, gozo de buena salud; tengo el poder de reconocer mis errores, practico lo que aprendo), en un año tendríamos trescientas sesenta y cinco nuevas palabras que formarían parte de nuestro nuevo y positivo vocabulario y de nuestra nueva y amorosa inteligencia.

Algunas de las funciones más importantes de nuestra mente son la concentración y la evocación repetitivas gracias a las cuales podemos mantenernos aprendiendo de manera auto didáctica por mucho más tiempo y con un plazo mucho mayor; así que ya lo sabe, si quiere seguir viviendo igual sólo debe continuar haciendo lo que ha venido haciendo hasta ahora y si quiere vivir una vida mejor, comience a relajarse y a visualizar con sus palabras el tipo de vida que quiere tener o los resultados que desea lograr con el poder de sus acciones motivadas y persistentes, nos vemos en el artículo de mañana.

Sugerencia: El aprendizaje es como el amor, si lo comparte con varias personas aumenta el vigor y la fortaleza corporal, haga la prueba y vea si es cierto.

Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema, llame a los teléfonos del encabezado con confianza (2488284 – 72513317), los problemas sólo se resuelven cuando uno se decide a resolverlos de verdad.