El fútbol es un deporte que deslumbra a todos. Grandes y chicos gozan jugando diariamente el ‘deporte rey’ alrededor del mundo. No importa la edad, donde sea que haya un balón, estará la gente disfrutando.
Y es que el fútbol es así. Su simpleza permite que, aunque se tenga escasos recursos, no existe impedimento para jugar. De los suburbios de las distintas ciudades del mundo han salido prodigiosos futbolistas que han encandilado con su talento. De todas formas, la mayor parte se contenta sólo con jugarlo sin esperar ganar millones por ello. El mejor ejemplo es el niño Murtaza Ahmadi.
El pequeño Murtaza fue fotografiado hace 10 meses cuando disfrutaba jugando fútbol con una camiseta hecha de bolsa de plástico y rayada con el “10” y el apellido “Messi”. La historia del pequeño afgano de seis años se conoció en todo el orbe, recibiendo obsequios y felicitaciones por su inocente pasión por el fútbol. Sin embargo, le faltaba cumplir un sueño.
Murtaza aguardaba con ilusión este encuentro desde su llegada a Qatar. Con el partido amistoso Barcelona - Al-Ahli árabe vio cumplido su gran sueño de conocer a su ídolo, Lionel Messi.