Nuevos desafíos para el Museo Nacional de Etnografía y Folklore

Uno de los grandes desafíos que enfrenta el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) es explicar al público paceño la forma en que los materiales que componen la vida cotidiana de los bolivianos fueron evolucionando a través del tiempo.

Al respecto, la directora del museo, Elvira Espejo, explicó que una de las falencias en el país es que “los museólogos no piensan en cadenas prácticas, en cómo se obtuvo el material, cómo se trabajó y para qué sirve, una cadena práctica que nos enseñe a ver cómo nuestros antepasados trabajaron con distintas materias primas, que fueron intervenidas por otros objetos que operan una acción transformándola y convirtiéndola en un producto que tiene un fin útil para las personas”, explicó.

Son estas cadenas prácticas las que llevaron a entender cómo y en qué circunstancias las personas actúan con los objetos creados, a través de las experiencias y memorias de mineros y orfebres se pudo explicar cuál es la cadena operativa de la producción de los metales, objetos de metal y el provecho de los mismos, en sus múltiples usos. Lo mismo sucede con las exposiciones de plumas y tejidos donde el Musef pretende introducir al público a entender la variedad de saberes que posee la nación en torno a la producción de objetos.

Según la declaración de Espejo, “esto nos enseña a mirarnos a nosotros mismos y replantear quienes somos. Estos estudios involucran a varias ciencias que nos ayudan a entender los usos, costumbres y cómo los antepasados transmitieron sus conocimientos para ser aplicados hasta hoy”

CATÁLOGOS

Con el enfoque de cadena productiva se crearon once catálogos que explican la forma de producción de los tejidos, cerámica, metales e incluso la creación de muñecas.

Durante la próxima gestión se pretende crear un catálogo que explique la utilización de la madera y la cestería.

El Musef fue fundado por el presidente Bautista Saavedra en 1925, era una repartición del Museo Nacional de Bolivia. El año 1962 es descentralizado y es a partir de 1974 que es bautizado como Museo Nacional de Etnografía y Folklore.