Hilos mágicos para prolongar la juventud

La juventud es una etapa hermosa y a la vez fugaz, que en muchos casos deja huellas en la piel. Sin embargo, existen secretos para recuperar esa frescura perdida. Antes la única opción era la cirugía, ahora con los nuevos avances en medicina estética lo más reciente son los hilos tensores, que producen un efecto lifting, al lograr que el rostro recupere su tensión y aspecto rejuvenecido.

“Muchas personas asisten a consulta para tratamientos específicos donde la cirugía estética no puede llegar en toda su plenitud, como por ejemplo al óvalo facial o el cuello. Sin embargo, con las nuevas técnicas de los hilos tensores, estas zonas de difícil acceso pueden ser tratadas sin necesidad de anestesia general y con excelentes resultados”, explica el médico estético Jorge Negrete Mansilla.

El profesional asegura que la principal ventaja del uso de los hilos tensores es que se reabsorben y que su uso es muy frecuente en el óvalo del rostro, en la mejora de los surcos nasogenianos, en el descenso de cejas y en la flacidez del cuello. Este efecto lifting natural hace que se frene el avance de la laxitud cutánea en esta zona.

“Este procedimiento es utilizado en personas de 60 años, quienes tienen una flacidez muy grande. El tratamiento es ambulatorio y consiste en introducir agujas delgadas con los hilos tensores de polidioxanona, por debajo de la piel, con la finalidad de ir tejiendo una especie de red que produce un efecto lifting natural. Si bien se producen algunas heridas estas ayudan a estimular la producción de colágeno y elastina”, dice Negrete.

La cantidad de hilos tensores utilizados varía de acuerdo con el grado de flacidez que se tenga en la piel, puede ser de 10, 15 o más por lado, dependiendo del caso, se puede mejorarm entre otros aspectosm los surcos nasogenianos, la comisura de los labios, las arrugas de marioneta o la flacidez en papada y mentón.

“Un procedimiento de este tipo si bien requiere de pocas sesiones dependiendo del grado de flacidez de la piel, tiene una duración de entre 4 a 6 meses en promedio, pero con la ventaja de que al estimular la producción de colágeno con la introducción de los hilos, se logrará obtener una reserva importante de esta proteína en el cuerpo”, precisa.

La principal diferencia entre los hilos tensores y los hilos búlgaros es que los primeros se reabsorben completamente en el organismo y son utilizados en cirugías cardiacas y gastrointestinales. Los segundos tienen mayor duración, pero con la desventaja de que se quedan permanentemente en la piel.

“En el tratamiento con hilos búlgaros, si era aplicado muy superficialmente y la persona era muy blanca, se podían notar a simple vista y en el caso que se rompa había que practicarle una cirugía para extraerlo y solucionar el problema. Lo que no sucede con los hilos tensores que se reabsorben en algunos meses”, explica.

PROCEDIMIENTOS NO INVASIVOS

Existen otros procedimientos no invasivos que están en auge en este tiempo como la aplicación del botox, el ácido hialurónico y el plasma rico en plaquetas, que en países como España ya son de uso cotidiano en mujeres de 35 años para adelante, quienes cuidan de su aspecto personal a temprana edad.

“El botox funciona en las arrugas dinámicas y tiene como efecto la paralización de los músculos en forma temporal, se utiliza para evitar o disminuir las arrugas, pues al paralizar la musculatura facial se evita el movimiento que se produce alrededor de los ojos, el entrecejo y la frente. En cambio, el ácido hialurónico se usa para rellenar las arrugas, cicatrices, surcos, secuelas de acné o para aumentar el tamaño en labios y pómulos”, enfatiza Negrete.

Según el médico estos procedimientos se utilizan para relajar la musculatura y en los lugares donde existe mayor cantidad de arrugas. Una vez aplicado el tratamiento, se deben cuidar por unas horas y evitar en lo posible el consumo de mariscos, porque muchas veces esa es la causa de alergia y no la aplicación del producto en sí.

Estos procedimientos ya no están fuera del alcance de las personas, tienen costos más accesibles y contribuyen a mejorar el autoestima en las personas y a sentirse más seguras de sí mismas. En Europa, las mujeres cuando llegan a sus 35 años ya se aplican sagradamente este tipo de tratamientos, porque conocen de sus ventajas.

“En el caso del plasma rico en plaquetas consiste en un procedimiento sencillo en el cual se extrae una cierta cantidad de sangre que es centrifugada, la que es combinada con cierto compuesto y es devuelta al organismo mediante microinyecciones en: rostro, cuello y escote, donde son más notarias la flacidez y arrugas”, acota Negrete.

Finalmente, el médico asegura que este último procedimiento produce la regeneración celular que es útil para atenuar las cicatrices, arrugas, manchas, patas de gallo, parpados, devolviendo la firmeza y brillo a la piel con un efecto cascada que en 5 sesiones o más, llegan a uniformar el tono de piel en las personas.

Una recomendación que muchas veces parece básica es que todos los procedimientos deben realizarse por médicos especializados y no cualquier persona, porque solo el especialista hace una evaluación previa del paciente y conoce si se tiene una patología de base para evitar cualquier inconveniente posterior.