Una oración para reflexionar

La Navidad es un acontecimiento mundial en el que se recuerda el nacimiento de Jesús, hijo de Dios Vivo y nuestro Divino Creador, pero además se recuerda sus mensajes de vida y de conducta para reflexión, comprensión, entendimiento y paz, para practicar la generosidad en el ámbito de la grande, mediana y pequeña familia.

Al respecto existe una célebre oración de la que el antropólogo y lingüista sacerdote Xavier Albó ha tratado de identificar a su autor, que unos consideran que es el jesuita Alberto Hurtado, fundador del Hogar de Cristo en Chile y otros al destacado defensor de los DDHH Mahatma Gandhi, lo que no fue posible, pero su contenido interpreta fielmente los grandes mensajes jesucristianos.

Sobre el particular, un 25 de octubre de 2012 al cumplirse el 53 aniversario natal del presidente Morales, el canciller David Choquehuanca se hizo presente sorpresivamente en el Palacio de gobierno para leer la oración de la que hablamos. Rompió el protocolo de la agenda oficial preparada para ese día y con aplomo y voz alta, que sorprendió a llunkus, alkamaris y líderes del infantilismo de izquierda, que presentaban regalos de diferentes especies, y además de la presencia de miembros del cuerpo diplomático, obsequió la oración de referencia, leyendo gran parte de su contenido: “Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles. Si me das éxito no me quites la humildad. Si me das humildad no me quites la dignidad. Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla. No me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar como yo. No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso. Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte. Y que la venganza es la señal primitiva del débil. Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme. Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar. Señor, si yo me olvido de ti, no te olvides de mí”.

Luego de la lectura, el canciller Choquehuanca convocó a un brindis por el Presidente y la multitud allí presente no tuvo otra alternativa que aplaudirlo, dejando un hálito de confusión y la mirada fija del Presidente. El periodista Boris Miranda anota de dicho acto: “El rostro del Presidente pasó de la alegría a la seriedad. Empezó a mirar fijamente a Choquehuanca. Ya no reía. Escuchaba. Alrededor de la mesa principal, todo era silencio e incredulidad. En otra mesa embajadores y cónsules escuchaban con atención, sin entender bien lo que estaba pasando”. El periodista Ilia Fortún acotaba: “Ha sido un regalo inesperado del canciller David Choquehuanca para el presidente Morales en una circunstancia incomoda”.

Esa bendita oración pasa ahora a constituirse en un claro mensaje a fin de que los gobernantes y su entorno, de hoy y de mañana, tengan la suficiente conciencia y sabiduría para manejar el poder público como instrumento para practicar diálogo, generosidad, honestidad y paz al servicio del pueblo en todo su conjunto, no para unos sí y para otros no y en el caso de nuestra Patria, pensar que se administra el Poder del Estado como algo muy superior a simples ambiciones personales del momento, dirigidas a enriquecer sus faltriqueras.

Más de 10 años de gobierno supera lo que manda la Constitución Política del Estado, que los que gobiernan la escribieron y difundieron, y es un tiempo suficiente para exigir cambios de actitud, que serían saludables políticamente para sus propios protagonistas.

Ni dictaduras militares ni dictaduras civilistas. Patriotismo y Democracia son los deseos de esta Patria que nos legaron los héroes de nuestras luchas independistas y sociales. La Patria es de todos los bolivianos y de nadie en particular. “La Patria es ara y no pedestal ni escala”.

Finalmente sobre el tema mencionado, el sacerdote Xavier Albó puntualiza: “Ojalá que esta oración siga cumpliendo un rol purificador para Evo y otros miembros de su entorno”.