Necesidad de soluciones para los problemas del país

Sorprende a la ciudadanía no comprometida con partidos políticos la intención de tratar, con demasiada antelación, una consulta democrática que solo se podría hacer constitucionalmente dentro de tres años. Se distrae en esta forma la mirada sobre grandes problemas que tiene el país y que a la corta o la larga afectarán a todos, especialmente a los ciudadanos de a pie que suman miles, porque el encarecimiento de productos básicos afecta el bolsillo de gente que vive con lo poco que gana.

Los precios de materias primas que exportamos han bajado, especialmente del gas, además que países como Brasil y la Argentina, nuestros compradores, ahora han disminuido sus demandas del energético, situación que se traduce en la disminución de las regalías que perciben gobernaciones, Alcaldías y universidades, provocando déficits presupuestarios y eso significa tiempos difíciles. También el gobierno debe dedicarse a solucionar el problema de la falta de agua, que afecta a todos.

Por otra parte, las demandas de los trabajadores por fuentes de trabajo son permanentes, y en el campo de la salud, es necesario construir nuevos hospitales y atender las necesidades de los actuales. El problema de la justicia empeora, ya que ella es solo para gente con dinero suficiente. La corrupción es el mayor de los males y ha penetrado en todos los niveles, siendo la fuente de mayor desprestigio para el gobierno, que si quiere lavar su imagen, tiene que actuar como pregona, “caiga quien caiga” y para ello están los fiscales y el Ministerio respectivo.

Pero por lo que se sabe se avanza con lentitud y un ejemplo de ello es la corrupción en el Fondo Indígena, caso en el que no hay más que informes inconexos, con pocos avances. Por otro lado está la corrupción de personajes militares que dispusieron de fondos asignados para construcción de cuarteles en áreas fronterizas. Sobre algunos policías también hay acusaciones de enriquecimiento ilícito. La ciudadanía espera que las sanciones disciplinarias no se dejen esperar.

La ciudadanía paceña está preocupada porque la considerada por los incas montaña sagrada, el nevado Illimani, haya sido profanado al darse a empresas chinas contratos para explotación minera. Por su majestuosidad, el nevado es la atracción de turistas extranjeros y la construcción de un mirador es necesaria por parte de la Alcaldía Municipal.

El enfrentamiento político en la Asamblea nacional y en las asambleas departamentales perjudica los intereses regionales, como los del departamento de La Paz, ya que sus representantes velan y luchan por sus intereses políticos individuales, cuando debía ser lo contrario porque fueron elegidos por ser del lugar. Sin embargo no sucede así, ya que las brigadas parlamentarias y representantes de la Asamblea departamental defienden los intereses partidarios, antes que los de sus regiones. Por ello, en el caso de La Paz, varios de sus proyectos después de ser aprobados, cuando vienen nuevas autoridades, éstas los ignoran o guardan silencio. Nos referimos, por ejemplo, a la construcción del camino carretero La Paz - Cochabamba por Río Abajo y el puente sobre el Estrecho de Tiquina, obras abandonadas, con gran perjuicio para nuestro departamento.

El autor es Profesor Emérito y ex-autoridad universitaria de la UMSA.