La ciudad de La Paz fue escenario de la alegría de cientos de niños y niñas que recibieron regalos y agasajos de diversas instituciones. Los menores de escasos recursos económicos se alegraron por los juguetes que recibieron, producto del esfuerzo de instituciones y jóvenes voluntarios, que hicieron posible un día de felicidad en el Coliseo Cerrado.
En esta época, en varios sectores de la urbe paceña se desarrollaron diversas actividades organizados por personas de buen corazón, los jóvenes recorrieron las calles con ánforas para recibir donaciones de la población. El dinero recaudado permitió adquirir los regalos para niños y niñas que aguardaron con esperanza su obsequio.