Los aficionados tuvieron su fiesta aparte, en una jornada de alta intensidad, unos festejaron, otros lloraron; incluso hubo amago de pugilato en la calle.
Las dos hinchadas respondieron a la expectativa en el clásico que definió el título del Apertura. Los atigrados sonrieron al final y celebraron con medida sin excesos, la fiesta se trasladó a las graderías luego de pitazo del orureño Gery Vargas.
Las familias stronguistas y bolivaristas se dieron cita alrededor de las 08:30 estaban en las inmediaciones del estadio Hernando Siles realizaron las filas correspondientes para ingresar a las graderías.
Todo se vivió con mucha tranquilidad. La expectativa se notó un día antes cuando muchas personas durmieron con la esperanza de conseguir una entrada, el costo era lo de menos.
En el trámite del partido todo se vivió con nerviosismo y reprochaban la actitud del rival. El primer grito de gol llegó con el argentino Fabrico Pedrozo para que estalle la curva sur y luego lo hizo con Pablo Escobar.
La hinchada académica alentaba con la esperanza de una remontada de su equipo, que no hubo y simplemente se conformó con el descuento a través de Juan Miguel Callejón.
Ganó el espectáculo. Los atigrados festejaron con tranquilidad, sin excesos y los bolivaristas reconocieron el esfuerzo de sus jugadores, se retiraron con la sabiduría que esto es fútbol y luego tendrán su revancha.
EN EL PRADO
Los hinchas atigrados se trasladaron hasta el Prado paceño para disfrutar una nueva estrella. El plantel se marchó en bus para disfrutar con su hinchada.
Por la Avenida Camacho, grupos de celestes y atigrados se encontraron y hubo amago de pugilato que fue luego apaciguado por los policías. Luego, por las calles se escucharon algunas bocinas, de hinchas estronguistas que estaban felices.
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