Desde que una nueva estrella apareció por primera vez en Belén, la Navidad ha sido una época de luz que nos recuerda que Jesucristo es la luz del mundo. Juntos, podemos celebrar su nacimiento al hacer del mundo un lugar más brillante. Todo lo que tenemos que hacer es seguirlo a Él, su vida, su ejemplo y sus enseñanzas. Al hacerlo, cada uno ilumina el mundo.
Jesucristo es el Salvador del mundo y el Hijo de Dios. Él es nuestro Redentor. La Santa Biblia nos enseña que la madre de Jesucristo fue María, que su padre en la Tierra fue José, que nació en Belén y creció en Nazaret, y que trabajó como carpintero con José. Cuando cumplió los 30 años, empezó un ministerio de tres años durante los que enseñó, bendijo y sanó a las personas de la Tierra Santa. Asimismo, organizó su Iglesia y dio a sus apóstoles “poder y autoridad” (Lucas 9:1) para ayudarle en su obra.