Hijo de comandante policial en la cárcel por golpear a su esposa

José Alejandro Salazar, hijo del comandante de la Policía, Rino Salazar, se encuentra en la cárcel de San Pedro con detención preventiva tras la denuncia en su contra por el presunto delito de violencia doméstica contra su esposa.

El hecho aconteció la noche del pasado viernes de acuerdo al informe del Fiscal Departamental de La Paz, Edwin Blanco.

«Una vez presentada la denuncia por parte de la víctima, el Ministerio Público actuó de forma inmediata y colectó todos los indicios que presumen la participación del sindicado en el hecho, por lo que solicitó la detención preventiva, en aplicación de la Ley 348», informó la autoridad.

En la audiencia de medidas cautelares, la fiscal asignada al caso, Karina Cuba, relató la relación de los hechos registrados el pasado viernes en el domicilio de la víctima, donde el sindicado, ingresó por la ventana para agredirla física y verbalmente.

«La víctima denunció que estaba descansando en su habitación, cuando su esposo ingresó por la pared (ventana) y le sacó de la cama para arrastrarla por el suelo, para posteriormente golpearla en el pecho y jalarle de los cabellos, mientras le interrogaba con quién estaba», detalló la fiscal del caso.

De acuerdo con el Código Penal, el delito de violencia familiar o doméstica tiene una sanción de dos a cuatro años de reclusión para quien agreda física, psicológica o sexualmente.

En ese marco, el Ministerio Público solicitó la detención preventiva, el cual fue dispuesto por la autoridad jurisdiccional, tras evidenciar los riesgos procesales de fuga y obstaculización del proceso.

CONTRA LA MUJER

Durante los primeros diez meses de 2016, la Fiscalía reportó 94 casos de feminicidio en Bolivia, un delito penado con treinta años de reclusión sin derecho a indulto.

Los delitos de violencia intrafamiliar están recogidos en la ley 348 de 2013 para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia y están tipificados con una pena de entre 2 y 4 años de privación de libertad para agresiones físicas, verbales y sexuales.

A pesar de las normas, los hechos de violencia contra la mujer son constantes en varias regiones del país donde cada semana se reportan feminicidios y denuncias de las propias mujeres víctimas de sus propias parejas.