Moscú.- La primera de las tres “cajas negras” del Tu-154 militar ruso que se estrelló el domingo en Rusia con 92 personas a bordo, hallada ayer en la zona de la tragedia en el mar Negro, debe aclarar las causas del siniestro, de las que casi nada se sabe por ahora.
El llamado registrador de vuelo -que recoge los parámetros técnicos y el estado del aparato en el momento del siniestro- ya está en manos de expertos del Instituto Central de Investigaciones Científicas de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, en Moscú.
Si la “caja negra” se encuentra en buen estado, como parece ser, las primeras conclusiones podrían darse a conocer hoy, aunque una de las causas posibles de la caída del avión -la de un atentado terrorista- ya ha sido prácticamente descartada por las autoridades.
“La versión de un atentado terrorista no se contempla entre las principales causas posibles del siniestro”, dijo ayer a los periodistas el ministro de Transporte ruso, Maxim Sokolov.
Fuentes próximas a la investigación han indicado a medios rusos que ni entre los restos del avión ni tampoco en los cadáveres rescatados del agua se ha encontrado material explosivo. (EFE)