Para salir de la pobreza

Jim Yong Kim presidente del Grupo Banco Mundial en su artículo “¿Por qué invertir en los países pobres nos ayuda a todos?” (América Economía 30/03/14) indica “Nos centramos en ayudar a más de 1.000 millones de personas pobres a salir de la pobreza extrema y aumentar los ingresos del 40% más pobre de la población en los países en desarrollo. Para esto, debemos encontrar estrategias de crecimiento económico que ayuden a todos los segmentos de la sociedad en los mercados emergentes”; acota que “El cada vez más escaso financiamiento público no es suficiente para realizar la tarea. Debemos atraer inversiones del sector privado que ayuden a generar empleos. El 90 % de todos los puestos de trabajo en el mundo en desarrollo es creado por el sector privado. Si tenemos grandes aspiraciones para los pobres y los grupos vulnerables, no hay excusas: necesitamos que el sector privado prospere, incluso en los países más pobres”.

Cuando la minería era el sostén de la economía boliviana, el intento de darle una fuerte preponderancia a la estatal Comibol resultó en un tremendo fracaso, por mala administración, injerencia política y sindical, burocracia, excesivo personal, falta de exploración, etc., causando una pérdida de 917 M$us entre 1953 y 1985. Los excelentes precios de todas las materias primas desde 2005 impulsaron al nuevo gobierno del MAS establecido en 2006, a reimplantar una economía de estado, cuyos excesos en el campo minero (especialmente salarios excesivos de obreros y demasiado personal) fueron encubiertos por los precios altos. Una vez que bajaron éstos, solo la mina Colquiri aparece con perspectivas de generar utilidades. Entre 2006 y 2015 las exportaciones de Comibol apenas significaron el 8% de la exportación minera.

Cuatro empresas mineras transnacionales: Sinchi Wayra y tres que iniciaron labores de exploración en la década de 1990 y empezaron a operar en este siglo, San Cristóbal (2007), Manquiri (2008) y Pan American Silver (2009), entre 2010 y 2015 representaron en valor y volumen de exportación de la minería el 43% (San Cristóbal el 26%), el 51% del pago de regalías (San Cristóbal el 32%). Entre 2010 y 2014 (el SIN no hizo conocer datos de 2015), las cuatro empresas representaron el 61% de los impuestos pagados por la minería (San Cristóbal el 36%).

En el campo petrolero, la nacionalización de los hidrocarburos (01/05/06), en la que las empresas se convirtieron en contratistas “remuneradas” para producir gas natural y su exportación por YPFB, se convirtió en la base de la economía nacional. La caída de su precio, ligeramente en 2014 y con más fuerza en 2015, provocó un marcado descenso en el valor de las exportaciones (39% entre 2014 y 2015 y este año será mayor), provocando desajustes económicos en el TGE, gobernaciones e instituciones públicas. En 2014 y 2015 se tuvo déficit fiscal y se lo tendrá también este año. Lo preocupante es que aparte de los cuatro mega campos gasíferos descubiertos en los anteriores gobiernos, no se ha descubierto ninguno en el actual porque la inversión en exploración fue insuficiente, especialmente por parte de las empresas. Se teme una caída acelerada de las reservas.

Kim indica también “Una comisión encabezada por el premio nobel Michael Spence comprobó que los países con los mejores niveles de crecimiento invirtieron del 7% al 8% de su producto interno bruto (PIB) en educación, capacitación laboral y salud. Por otra parte, si los países de ingreso bajo pudieran lograr la igualdad de género (misma cantidad de hombres y mujeres) en el empresariado y la fuerza laboral, el PIB per cápita aumentaría en 15%”. Bolivia pasa de una inversión del 8% en salud y educación, pero pese a los esfuerzos del gobierno, aunque mejoró, todavía no existe paridad de género en la fuerza laboral.

Finaliza diciendo “Y, en tercer lugar, nunca debemos perder de vista la amenaza creciente del cambio climático. El cambio climático podría eliminar décadas de avances en la reducción de la pobreza. Los pobres son los primeros y más afectados por sus efectos, pero las economías de todas las naciones son perjudicadas. Si no enfrentamos este problema, no acabaremos con la pobreza extrema, y dejaremos un legado terrible para nuestros propios hijos y nietos”. En este cometido estamos fallando sobremanera. Permitimos una exagerada deforestación e invadimos y destruimos parques nacionales.

Como consecuencia de estas acciones y por la falta de previsión para la provisión de agua para la población, porque las empresas encargadas de ello son manejadas por personal sin los conocimientos técnicos necesarios, en varias ciudades del país: La Paz, Cochabamba, Potosí, Sucre y Tarija existe racionamiento y no se vislumbra una solución a corto plazo.

La falta de agua también ha afectado a varias industrias: disminuyó la producción de los ingenios mineros en Potosí, la mina Huanuni no dispone de suficiente agua para hacer funcionar en forma continua su ingenio con capacidad de tratamiento diario de 1.200 toneladas (deberá olvidarse de su nuevo ingenio de 3.000 tpd) y los industriales de La Paz indican una pérdida de 200 MBs por la crisis del agua y el cierre de Industrias Venado. Y es solo el comienzo.

Por las experiencias acumuladas, hay que tomar muy en cuenta lo indicado por Kim hace más de dos años.