Es increíble cómo en tantos años -más de treinta- no puede ser concluido el proyecto Misicuni en el departamento de Cochabamba; son muchos los gobiernos que anunciaron “la pronta entrega de todos los trabajos” y han pasado años y nada se ha concretado. El proyecto Misicuni implicaba proveer de agua potable a la ciudad de Cochabamba, dotar del líquido a las áreas rurales cercanas a la capital y, además, crear y atender un proyecto hidroeléctrico de “grandes perspectivas”, como se anunció en reiteradas oportunidades.
Cochabamba es un departamento muy importante y no puede ni debe estar sujeto a engaños con promesas que no pueden cumplirse y, lo más grave, invirtiendo de tanto en tanto mucho dinero. Lo cierto es que si se hiciese un trabajo de auditoría serio y responsable, tanto de lo técnico por los avances realizados en las obras como por los gastos e inversiones que ha significado el “proyecto Misicuni”, se sacaría como conclusión que “jamás se debe emprender nada como ese proyecto, sin perspectivas de conclusión”.
Ante la lejanía de que se concluya el caso Misicuni, ha surgido la idea de llevar a cabo “el proyecto Corani Valles” con una inversión inicial de 140 millones de dólares. Al respecto, cabe señalar: si existen los proyectos de pre-factibilidad, factibilidad y plenas realizaciones con las inversiones debidas, este caso de Corani podría llevarse a cabo; pero si todo radica en proyectos que aún precisan gestación, más vale esperar a que, previamente, se concluya Misicuni -un sueño que lleva mucho tiempo y que, pese a todas las promesas, parece que aún tardará mucho en concretarse-.
Corani puede ser en su momento una posibilidad; pero, de inmediato, una alternativa. Lo prudente, sano y factible, además de honesto y responsable es que Misicuni marche, se concluya y se entregue todas las obras en pleno funcionamiento porque, de otro modo, si se prepara “inauguraciones” que sean provisionales, hay que tener la seguridad de que todo concluirá en muchísimos años más y, además, en malas condiciones.
El caso Misicuni merece una explicación clara, terminante, honesta y responsable por parte de quienes dirigieron antes el proyecto y de quienes están a cargo en los últimos tiempos. No es cuestión de promesas y postergaciones irresponsables porque el pueblo no merece eso. El agua es elemento vital para el país y Cochabamba sufre por su falta desde hace muchos años y, en muchas oportunidades, la paciencia de la población ha rebasado todo límite pese a rogativas, marchas y manifestaciones que de nada han servido. Es urgente entender que el país está cansado de proyectos y promesas incumplidas y es preciso entender que debe haber un mínimo respeto por lo que merece amor y consideración, como es el país que es terruño de todos los bolivianos.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |
![]() |
Sociales |