Traigo al recuerdo los actos oficiales que se realizaban con toda pompa la mañana del 1 de enero en el Palacio de Gobierno en los tiempos de antes.
El “besamanos”, que así se llama la ceremonia de los saludos y felicitación al primer mandatario por el nuevo año, era un acontecimiento de expectativa general.
Por la mañana de ese día los ministros, oficiales mayores, secretarios y altos funcionarios de los ministerios asistían en comitiva al Palacio de Gobierno para saludar y abrazar al Presidente y a su señora esposa, presentándose vestidos de etiqueta, señalados por el protocolo, con elegantes chaquetas, levas, brillantes zapatos de charol, pantalones de fantasía e impecables camisas de cuello almidonado que remataban en una corbata rosón o plastrón, puños salientes luciendo preciosas colleras y el brillante tarro de felpa con los guantes de pretil, completando con el infaltable bastón, a cual más vistoso, muchos de ellos con mango de oro o de plata.
Con esta indumentaria, los caballeros en el palacio eran recibidos desde la calle hasta el hall sobre alfombra roja, siendo saludados por los miembros del cuerpo protocolar de la Cancillería.
Dicen que por muchos años se destacaron como jefes de protocolo prominentes figuras como don Alberto Cortadellas en los gobiernos de Montes y Gutiérrez Guerra; el “Chauka” Barra y el “Chakako” Villegas en los gobiernos de Saavedra, Siles y Salamanca, personajes de moda muy conocidos en aquellos tiempos y sin duda de gran importancia en las invitaciones y actos oficiales.
Después de los saludos, venias y reverencias, todos los personajes eran introducidos al “Salón Rojo”, donde los esperaba el Presidente, acompañado por su cuerpo de edecanes y demás empleados palaciegos. Así, el Jefe de Estado departía y cambiaba impresiones, agasajando a sus visitantes y brindaba con una copa de champagne por el Año Nuevo.
Realmente interesantes y para recordar fueron los esplendidos banquetes y suntuosos “saraos” con que el Presidente de la República obsequiaba al cuerpo diplomático, sus ministros, la jerarquía eclesiástica y los jefes del ejército en la noche del 1 de enero. Estas fiestas versallescas eran amenizadas por las mejores bandas y orquestas, las cuales llenaban el ambiente con música de categoría de notables músicos de la vieja Europa. En esta oportunidad los invitados asistían vestidos de frac y chistera, luciendo sus condecoraciones, las damas de traje largo a la moda de París, con sus mejores joyas, tapados, mantillas y pieles que jamás volveremos a ver.
Traigo a colación un menú pantagruélico de Año Nuevo en los tiempos del general Mariano Melgarejo. Aconsejo lo lean y lo relean detenidamente, es para el comentario y para pensar en la vida regalona y sibarítica de entonces.
En una cartulina ámbar de lujo, en la portada del menú estaba el escudo nacional, en los lados dos coraceros, más abajo la siguiente leyenda en letras doradas:
Banquete de obsequio en el Palacio Nacional, dedicado por el Presidente de la República, General de División Mariano Melgarejo al Honorable Cuerpo Diplomático, la tarde del 1 de enero de 1870.
La Paz de Ayacucho.
MENÚ
SOPAS
Juliana de Pollo
Hor d’oeuvres mayonesa de salmón
Jamones decorados
Mayonesa de hígado de ganso
Lenguas al escarlate
Gelatinas de pollo
Suches a la tártara
Pickles surtidos
Corderos en gelatina
Corderitos a la mantequilla
ASADOS
Pavos trufados
Pollos mechados
Faisanes trufados
Chanchos asados a la mode
Patitos a la naranja
Roast Beaf
ENSALADAS SURTIDAS
Lechugas
Zanahorias a la bechamel
Petites poids
Haricots-verts
DESERTS
Piezas montadas
Pasteles variados a la chantilly
Pastelitos guarnecidos
Helenas
Huevos chimbos
Sopa Borracha
Bocados de Reina
Pastelitos de Savoy
Pastelitos de hoja
Salchichones decorados
Gelatinas en fuentes
VINOS
Borgoña
Hermitage
Gaez
Chateaux Margeaux
Jerez
Champaña
LICORES
Cognac Curazao
Chartreuse
Pere-Kermann
CAFÉ Y HABANOS.
Después del banquete el Presidente invitaba a los asistentes a pasar al Salón Rojo y al Salón de los Espejos, allí su excelencia rompía el baile al son de un “Lanceros”. Luego seguían los demás invitados. Para el efecto y con antelación el personal del protocolo había repartido a las señoras y señoritas, elegantes y pequeñas libretitas con el rol de los bailes y las parejas que debían salir al ruedo del salón a compartir con S.E. Luego venían los valses franceses y vieneses, las mazurcas y las polkas a la moda del rey Guillermo y al final los chotis y los pasos dobles españoles.
Estas fiestas y festines del antaño paceño fueron realzados y mantuvieron su esplendor hasta el gobierno de don Bautista Saavedra. En el Año del Centenario de la República en 1925.
A medida que transcurrió el tiempo fueron perdiendo todo su brillo y decayeron para perderse en el olvido.
Fueron también memorables los banquetes que ofreció el presidente Ismael Montes, quien celebró el Año Nuevo del Centenario de la Revolución Juliana en 1909. Más suntuosos aun fueron los festejos del Año Nuevo de 1900 en la presidencia del Gral. Pando, quien hizo homenaje a la “entrada al nuevo siglo”, el 1900, la era de los descubrimientos. Estos festejos serán motivo de otra nota para el recuerdo y añoranza de nuestro hermoso pasado.
Feliz 2017 a todos los lectores.
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