Trabajadoras sexuales proponen atender sin bebidas alcohólicas

Trabajadoras sexuales en las ciudades de El Alto y La Paz proponen habilitar sus propios locales evitando el expendio de bebidas alcohólicas, debido a los riesgos de agresión, violencia, extorsión y otros.

Para lograr su objetivo, el sector solicita al Gobierno Municipal otorgar las correspondientes licencias de funcionamiento.

Tania y Elena, dos trabajadoras del ramo, cuentan que para ellas el gran enemigo de su trabajo y su seguridad es el consumo de bebidas alcohólicas, lo que habitualmente les impide darse cuenta de las ganancias totales que generalmente ya que suelen ser aprovechadas por los propietarios de los lenocinios o bares clandestinos, razón por la que ellas plantean la posibilidad de ser quienes logren habilitar sus propios locales.

“La Organización de Mujeres en Situación de Prostitución (Omespro) es la instancia que está solicitando la licencia de funcionamiento ante las instancias municipales, la misma que no es otorgada porque en el local de esta organización no llegarían a vender bebidas alcohólicas. Queremos que nos den una licencia de funcionamiento porque nuestra organización, propone habilitar un local, tipo cooperativa, donde se brinde la misma atención que los lenocinios, pero sin la venta de licores”, explicó Tania.

Elena recuerda que cuando no les otorgan una licencia de funcionamiento, son algunos malos funcionarios quienes aprovechan y abusan de sus cargos.

“En algunos casos, llegan solo para sacarnos dinero, nos extorsionan con la finalidad de que les paguemos o brindemos nuestros servicio a cambio de pedirnos la licencia de funcionamiento y tenemos que acceder, porque incluso llegan en estado de ebriedad amenazando que llamarán a la Alcaldía para clausurarnos”, recordó.

Tania y su organización, cansadas de recibir amenazas y extorsiones de parte de algunos uniformados, incluso de efectivos de Tránsito y de policías de diferentes unidades, determinaron instalar cámaras de seguridad al interior de sus locales, como establece la norma, con la finalidad de grabar a los uniformados que llegan a los locales con la intención de ocasionar abuso de autoridad.

REGISTRO

Una de las constantes observaciones por parte de la organización, hace referencia a la posibilidad de modificar las cédulas de identificación que tienen con la entidad de salud encargada, donde se encuentra no sólo su fotografía, sino hasta su cédula de identidad, aspecto que genera un riesgo en contra de ellas, sobre todo cuando las mismas deben enfrentar los tabús de la sociedad y la discriminación por ejercer el oficio más antiguo.

Tania plantea que sus carnet de sanidad debieran ser igual que una tarjeta bancaria, con códigos para que los funcionarios realicen control con un sistema informático actualizado.