La continuidad del alto el fuego en Siria está en serio riesgo, debido a que un grupos de rebeldes decidieran “congelar” su participación en las negociaciones de Astaná, como respuesta a las “violaciones” de la tregua, en concreto los ataques del régimen en la zona estratégica de Uadi Barada, en las afueras de Damasco.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó ayer de que los aviones de guerra del Gobierno siguieron bombardeando Uadi Barada, al noroeste de la capital siria, mientras continúan los enfrentamientos entre el ejército y las facciones rebeldes opositoras en esta área.
Asimismo, helicópteros militares lanzaron barriles de explosivos –armamento destructivo y poco preciso– sobre la población de Basima.