Mechas ´Tiger eye´ para el 2017

Las mechas tiger eye o mechas ojo de tigre vienen pisando fuerte como tendencia para esta temporada y se quedarán con nosotros en 2017. Las milenials lo saben y ya tienen la red colapsada con sus mechones ojo de tigre.

Similar a las mechas balayage se trata de un aclarado a mano alzada con líneas separadas, creando puntos de luz en tonos cobre y dorado, que imitan los tonos tan característicos de la piedra semipreciosa de la que toman su nombre. Ideal para melenas midi o largas consigue un degradado vertical y aumento de brillo. Aportan a tu imagen calidez con reflejos caramelo sobre castaños suaves con lo que dan un toque muy dulce a tu rostro.

Aunque les va genial a las castañas claras y rubias oscuras no es solo para ellas, si la base no es la ideal se puede crear con un baño de color previo. Los tonos base en estas mechas van desde los dorados a los bronce y marrones oscuros como el chocolate que tanto favorece.

Como toda coloración, hidratación y nutrición son esenciales para que el cabello esté sano y luzca bien. Por otro lado, el repaso de color no es tan demandante como en otros estilos y nos permite relajar más el calendario de visitas a la peluquería ya que no es necesario un mantenimiento muy intensivo. En general, con una visita cada dos meses debería ser suficiente para lucir con estilo nuestras melenas.

Uno de los horrores habituales de unas mechas mal puestas es el efecto “paso de cebra” que se produce cuando las mechas con tonos muy distintos están puestas casi con escuadra y cartabón adquiriendo esa pauta tan monótona y antinatural. Con las tiger eye conseguimos un estilo mucho más sutil y natural para que quede claro que llevamos una tigresa dentro.

COMBINACIÓN DE ROJO, DORADO Y MARRÓN

Las mechas Tiger eye suponen aplicar dos colores diferentes de mechas, uno más rojizo y otro más dorado, que se combinan con el marrón (castaño) que ya existe de base. Los tonos exactos dependen del que se tenga de base, ya que lo que se busca es que sean dos niveles inferiores para conseguir esa deseada luminosidad. A partir de ahí basta aplicar los dos colores elegidos y hacerlo de una forma que no sea firme ni exacta, al contrario de como se hacían las mechas de antaño, que parecían esculpidas en el cabello con escuadra y cartabón.