Manual de funciones

El 28 de noviembre de 2016 ocurrió un accidente aéreo en los alrededores de la ciudad de Medellín-Colombia. Parte de la culpa se la echa a Bolivia por dejar despegar ese avión de Viru Viru. Debemos recordar también que ese mismo avión despegó en varias oportunidades del aeropuerto de Medellín-Colombia rumbo a Santa Cruz-Bolivia, sin escalas y en Colombia lo dejaron despegar. Así tenemos Medellín-Colombia a Santa Cruz-Bolivia el 4 de noviembre de 2016, el avión solo llevó a la tripulación. Medellín-Colombia a Santa Cruz-Bolivia el 29 de octubre de 2016, transportando al Atlético Nacional de Colombia. Medellín-Colombia a Santa Cruz-Bolivia el 22 de agosto de 2016, solo con la tripulación.

Seguramente la mente del piloto se basó en esto, diciéndose, si realizo muy bien el trayecto Medellín a Santa Cruz sin escalas, ¿por qué no Santa Cruz a Medellín sin escalas?, nunca se dio cuenta que el aeropuerto de Medellín no es el de Santa Cruz (por el tráfico aéreo).

La “técnica aeronáutica” de Viru Viru, refugiada en el Brasil, dijo que entre sus funciones no estaba el detener ese avión. Entonces analicemos el “manual de funciones”.

No solo en la DGAC y Aasana, sino en cada institución estatal y privada debería haber un “manual de funciones” y debería ser entregado a cada empleado, para que vea en qué consiste su trabajo.

¿Quién debería elaborar estos manuales de funciones?, pues la iniciativa debe partir de “gerencia”. Los cursos de especialización en gerencia deberían abarcar el ¿cómo elaborar los “manuales de funciones”?.

La “técnica aeronáutica” que ubicó 5 deficiencias en el “plan de vuelo” del avión CP 2933, que se estrelló en las cercanías de Medellín-Colombia, dijo que entre sus funciones no estaba detener aviones y evitar su vuelo, de aquellos que tengan observaciones en su “plan de vuelo”. Entonces, ¿quién debió evitar que el CP 2933 tome vuelo?

Cuando se nombra un “gerente”, éste debería conocer muy bien el rubro que regenta (zapatero a tus zapatos). Por ejemplo, el gerente de LaMia era un piloto reconocido (inclusive era piloto del avión presidencial en años pasados). Como gerente debería revisar permanentemente los “planes de vuelo” del único avión que tenía en el aire y si los planes de vuelo no le convencían, llamar la atención al piloto, si no lo hacía se volvía cómplice. Y si el piloto era su jefe y no le hacía caso, pues renunciar, porque a la larga se iba a llenar de problemas, como ocurrió.

También recordamos que el gerente de LaMia se halla en la cárcel. Ni la edad (tercera edad) ni el estado de salud (problemas renales) de ese gerente debe evitar que rinda cuentas ante la ley. Asimismo debemos poner de relieve que un gerente debe saber muy bien qué es “gerencia” y el rubro que maneja (aviación, salud, etc.). Aquí debemos analizar el caso del gerente recién posesionado de la Caja Nacional de Salud, que es Ingeniero Comercial y no un médico siquiera con especialidad y no podrá, por ejemplo, planificar los días mínimos de estadía de los pacientes hospitalizados, para que existan siempre camas libres en el Hospital Obrero, ni cuál equipo es el mejor, etc. Tales errores a la larga deberán pagar muchos asegurados con sus vidas, como en el caso de LaMia o en el caso de EPSAS, por la cual la ciudadanía se quedó sin agua.

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