Cepal alerta sobre el endeudamiento con China

Existe seria preocupación en el país por la excesiva deuda que se contrae con China Popular; esta preocupación es también sentimiento de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) que considera que el crédito chino representa el 22,8 por ciento del Producto Interno Bruto. El crédito de 7 mil millones de dólares anunciados para el proyecto hidroeléctrico El Bala y Chepete está incluido en el informe publicado, como parte del organismo de Naciones Unidas.

Según reza una publicación de EL DIARI0 (4/XII/16) “el gobierno anunció en octubre de 2015 que el país había recibido una línea de crédito de 7.000 millones de dólares por parte de China para financiar la inversión en infraestructura y generación de energía hidroeléctrica en colaboración con empresas chinas. Sin embargo, de utilizarse plenamente esta línea de crédito duplicaría con creces la deuda externa pública del país (17% del PIB en 2015) que a su vez implicaría que la deuda pública total del país podría sobrepasar los típicos indicadores (benchmarks) de endeudamiento sostenible (como 50% del PIB)”.

Cepal considera inconveniente un endeudamiento con la China porque implicaría una excesiva dependencia que complicaría la situación económica del país. Que se sepa, aún no hay informes pormenorizados sobre los intereses que implicaría esta deuda, los plazos y, además, si existen comisiones a favor de terceros. Consiguientemente, sería preciso que haya informaciones muy claras sobre estos puntos que son importantes.

Según cifras del Banco Central “al 31 de octubre de 2016 la deuda externa pública de mediano y largo plazo alcanzó a $us. 6.870.5 millones y en porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) representó 19,4%”.

Muchas veces, en la línea editorial de este diario, hemos sostenido la urgencia de ser cautos y prudentes en contratar deuda externa, una deuda que por los intereses (por bajos que sean) alcanza cifras monumentales cuando no hay cumplimiento exacto de los plazos para amortización de capital como pago de intereses. Muchas veces en la historia del país se ha comprobado que intereses no pagados se convierten en capital y, más temprano que tarde, es preciso cancelar esa cuenta porque, de otro modo, crece desproporcionadamente con los cálculos iniciales que se hicieron.

Endeudarse con la China Popular es ampliar los lazos de dependencia que ya tenemos y se afianzan grandemente con los anuncios de la instalación de empresas chinas que trabajarían en muchos rubros de producción con sus propios técnicos y empleados, cuando la Ley General del Trabajo establece que solamente podrán contratar las empresas extranjeras un 15% del total de su planilla con personal proveniente del país inversionista; lo restante del 85% debería ser nacional. Crear más dependencia del país con la China podría ser negativo y peligroso porque implicaría llegar a otros campos -como el político que es lo que importa a China-.