De la Guerra del Acre
Benigno Carrasco
Don Lucio Pérez Velasco, primer vicepresidente de la república, preclaro ciudadano que prestó importantes servicios a la nación y profundo conocedor del territorio del Acre, por haber vivido mucho tiempo en el Beni donde labró la fortuna que le hizo millonario, fu enviado por el gobierno de Bolivia como delegado, cuan-do estalló la revolución separatista. (Año 1900).
El coronel Ismael Montes por entonces Ministro de Guerra, propuso al presidente y general José Manuel Pando, su viaje al Acre con objeto de pacificar esa zona y defender la soberanía nacional gravemente amenazada por tropas irregulares de filibusteros codiciosos. El mandatario contestó al ministro Montes, que su viaje por el momento no era necesario, porque consideraba más conveniente su presencia en el gabinete. Entonces Montes a quien no pudo convencer la palabra persuasiva de Pando, argumentó, que él quería cumplir su deber de patriota y de militar y que además, el Sr. Pérez Velasco, ya había dado a conocer prematuramente sus aspiraciones a la primera magistratura y que con esa actitud patriótica, ganaría mucho terreno en la opinión pública sobre todo en el partido liberal.
Yo también abrigo iguales propósitos Sr. Presidente –añadió con voz enérgica Montes– y no puedo quedar relegado a segundo plano tratándose de defender a la patria.
El general Pando no quiso insistir más, y convencido de las razones expuestas por su ministro de guerra, autorizó el viaje de éste al Acre, en comisión especial, aplaudiendo su civismo que no consiste en el aplauso efímero sino en el sacrificio personal y desinteresado.
Una vez en el Acre el ministro Montes a la cabeza del aguerrido batallón “Independencia” 2° de infantería (hoy regimiento “Sucre”), demostró sobresalientes aptitudes estratégicas. Merced a su talento, su valor y su acierto para conducir y dirigir tropas en el bosque, ganó los combates de Riosinho (12 de diciembre de 1900), Amapá y Bagé (1° de enero de 1901), derrotando a las fuerzas revolucionarias muy superiores en número y armamento.
El nombre del coronel Montes adquirió en esas acciones heroicas mayor prestigio y popularidad en todo el país. En Riosinho, parodiando a Napoleón antes de la batalla de las Pirámides arengó a sus soldados con febril entusiasmo y dijo: “¡Desde el fondo de estos bosque, la patria nos contempla! ¡Derecha y en marcha!”.
Pero, Montes no sólo recogió los laureles de la victoria, sino que supo conquistar el cariño de sus soldados, con quienes había viajado hasta esta lejana región, sufriendo las mismas penurias de la larga travesía por la ruta de Mapiri (La Paz). Preguntados aquellos a su regreso a la ciudad sede de gobierno, si estarían dispuestos a ir otra vez al Acre, respondieron: ¡con el coronel Montes sí; con otros a ninguna parte!
Tal era el temor que infundía la distancia, la falta de caminos, inseguridad, el clima y las enfermedades tropicales, que hacían imposible la vida en aquella impenetrable selva que pocas veces había hollado la planta humana.
El coronel Montes regresó de esta primera expedición gravemente enfermo al punto de que “no se creía que sobreviviese”. Poste-riormente, restablecido, volvió en otra expe-dición al principios de enero de 1903, siem-pre en su calidad de Ministro de Guerra, cuando la insurrección separatista del Acre apoyada ya por el gobierno del Brasil, cundió en toda esa región y que también obligó al presidente general Pando a emprender una campaña más seria a la cabeza del ejército (enero de 1903).
A pesar de todo el esfuerzo, sacrificio de hombres valientes, Brasil por la fuerza, ame-nazando con una intervención armada, impu-so a su favor, la cesión del Acre mediante el Tratado de Petrópolis (17 de noviembre de 1903). Con esta ocupación el Brasil despo-jaba a nuestro país de una parte de su terri-torio con cuantiosos recursos naturales.
En otro acápite de esta historia, el Dr. Montes concurrió también a la guerra del Pacífico (1879 – 1880), como coronel, grado que había ganado por su destacada partici-pación en la batalla del Alto de la Alianza, participó también en la Guerra Civil de 1898-1899, en la batalla del segundo crucero, y después del conflicto con el Brasil, participó de la campaña del Chaco. Cumpliendo al final el destino que le trazó su convicción de patriota y vehemente defensor de su patria. Con mucha razón Montes ha sido calificado de “tres veces héroe”,
Ismael Montes Gamboa fue dos veces Presidente Constitucional de Bolivia (1904 – 1909 - 1913 – 1917). Falleció en La Paz el 16 de octubre de 1933 a causa de una enfermedad contraída en el Chaco, a los 72 años de edad. Había nacido en Corocoro, La Paz, el 5 de octubre de 1861.
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