INTELIGENCIA EMOCIONAL
“Nuestro cuerpo necesita paz también para poder fluir por la línea de la vida con la sensación de que somos hijos del universo que merecemos estar sanos y merecemos estar bien”
• Solemos tener pequeños dolores corporales que toleramos o aguantamos que de alguna forma nos quitan nuestra paz corporal y por lo tanto, nuestra paz mental también.
• Esos pequeños dolores corporales provienen de los dolores del alma o del subconsciente que provienen a su vez del trato incorrecto o negativo que nos dan nuestros propios seres queridos.
• Esos pequeños dolores del alma se manifiestan a veces en nuestra piel, a veces en nuestros músculos y en ocasiones en nuestros huesos también y se los puede eliminar con un ejercicio de regresión que usted puede hacer fácilmente y probar su efectividad en diferentes porcentajes de éxito, vamos al ejercicio para que lo aprenda y pueda tener el privilegio de tener un conocimiento que funciona siempre y que puede enseñarlo a sus seres queridos o a otras personas siempre y cuando quieran aprenderlo.
• Hace unos días tenía un dolor de espalda casi en la cintura, me recosté en un lugar tranquilo y pronuncié mi cancelador que consiste en repetir en voz alta las siguientes palabras: “cuando diga cancelado y borrado, cualquier dolor emocional o físico disminuirá su intensidad hasta que pueda sentirme mejor” y comencé a repetir en voz alta;” hay dolor en mi espalda baja” y lo hice por media hora, en ese lapso de tiempo me salieron muchos bostezos, me relajé por completo y salieron pequeñas lágrimas y cuando concluí el ejercicio, un diez por ciento del dolor había disminuido y me propuse repetir el ejercicio tres veces al día por un período de tres días y me restablecí por completo.
• Otro uso que se puede dar al ejercicio de regresión es la disolución de la actividad mental conocida como preocupación. Para poder disolver la preocupación hay que recostarse y pronunciar el cancelador mencionado en la parte anterior del artículo y luego de pronunciado este cancelador proceder a repetir sentado o con el cuerpo recostado la siguiente frase inductora: ”no puedo dejar de pensar en esta preocupación” y se debe tomar nota o darse cuenta de las diferentes sensaciones que va descargando el cuerpo a medida que se va repitiendo la frase inductora y más o menos en media hora, la conducta subconsciente de preocuparse del asunto en el futuro o de algún problema real comienza a disminuir y uno recupera cierto grado de paz mental como para pensar de forma coherente respecto a cualquier problema para hacer un plan de solución.
• Ahora ya lo sabe, puede usar las frases inductoras de los dos ejemplos y poner a prueba dichos ejercicios que deben realizarse en soledad para que puedan tener éxito; nos vemos en el artículo de mañana.
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