Certificados a 61 artesanos y expositores de Alasita en El Alto

Artesanos y expositores de la feria de Alasita de la ciudad de El Alto fueron reconocidos hoy por su trabajo, que es heredado de generación a generación. Un total de 61 personas recibieron un certificado por su constante participación y por mantener viva la costumbre y las tradiciones que están sintetizadas en la feria de Alasita.

Rodolfo Magne, secretario ejecutivo de la Federación de Artesanos Expositores en Ferias de Navidad y Alasita de El Alto, expuso que la feria que se realiza en la urbe alteña se ha constituido en un encuentro de la “familia artesana”, que incita a la población a celebrar la fiesta de la miniatura en la ciudad más joven de Bolivia.

Pedro Salazar, uno de los fundadores, recordó que hace 47 años se llevó a cabo la primera feria en la ciudad de El Alto, en la que participaron 11 expositores.

Sobre el tema, el viceministro de Interculturalidad, Jhonny Tola, explicó que la feria de la Alasita “sintetiza los saberes de nuestro pueblo, es la fiesta de la esperanza, de la abundancia, todo lo que compremos con fe, vamos a tener”, dijo.

La fiesta de la Alasita es la oportunidad para comprar como recuerdos de hogar y, asimismo, regalar miniaturas, representando los sueños que uno desea ver, concretizados en el transcurso del año que empieza (una maleta para un viaje, un coche para tener uno al año, una bolsa de arroz para tener comida todo el año).

El Ekeko era conocido como el personaje de la abundancia o dios de la casa en las comunidades aymaras y de ahí trascendió a la ciudad de La Paz y enseguida a la de El Alto.

Originalmente, se trató de efectuar un festejo por el Solsticio de Verano (21 de enero en América del Sur). La fiesta se fusionó con la fecha del 24 de enero, que, durante el coloniaje español, fue elegida por el gobernador Sebastián Segurola, para rendir homenaje a la Virgen de La Paz y agradecerle por la liberación de la ciudad.