La navegación, el pedestal del Dakar

Hubo quejas de los participantes con relación al nuevo sistema de control del trazado del Dakar que hoy llega a su fin; se debe entender que la competencia tiene como inicio intentar leer el Libro de Ruta o Carta de Navegación e interpretar este documento sin errores lo que está descrito en su accesorio. En síntesis, el Dakar es una aventura desafiante del deporte motor.

El Dakar no exige buenos caminos y los intrépidos que participan no piden vías estables, de ahí, esta especialidad del automovilismo deportivo es denominada como cross country, en español campo traviesa y cuanto más condiciones extremas es mejor para ellos ya que abren caminos.

Porque apenas puesto en marcha el Dakar, se confirmó su dureza, ya que, los protagonistas del pasado año se quejaron del trazado que lo calificaron de caminos para rally y no cross country; con esa observación, los organizadores volvieron a diseñar este 2017, de carreteras que se recorren por ríos con algo de agua en partes , subidas con grado elevado, plataformas sinuosas de tierra con curvas cerradas y en partes subidas con un “no se ve”, léxico automovilístico y bajadas con gradientes complejas, eso es Dakar.

La carta de navegación donde se describe de referencia sitios geográficos naturales o propios de esa región; la orientación es otro factor determinante para marchar en orden, en síntesis se debe saber leer la carta de navegación por el motociclista, los navegantes, quienes deben intentar interpretar correctamente este accesorio para no perder tiempo en su transitar.

Es trascendental competir con la “cabeza fría” en el Dakar, por la complejidad en su control, puesto que, ahora el sistema de cronometraje es diferente; antes el referente estaba previsto a trescientos metros más o menos. Hoy es distinto, se debe acercar a menos de cincuenta a ese puesto.

Sebastián Chávez