Si no se detiene la dependencia económica de Bolivia ante China comunista, los ciudadanos estaremos endeudados al extremo que estará en riesgo nuestra soberanía como país libre y democrático. Es innegable el poderío de la China, que efectúa transacciones y movimientos económicos audaces, que van provocando desequilibrio financiero mundial.
Como fruto de esas acciones, Bolivia se ha endeudado por miles de millones de dólares más, aumentando la deuda externa del país hasta niveles de riesgo.
Llamamos la atención sobre ese problema cuando se anuncia la llegada de empresas chinas que trabajarían con técnicos y trabajadores chinos, contraviniendo leyes del trabajo en Bolivia. No podemos dejar de considerar que China es el país más poblado del mundo, que significa poderío, con una agricultura espectacular, que es el medio de vida de los chinos, al igual que son expertos en minería. Su industria manufacturera de seda y textiles no tiene competidor. Productos chinos están inundando el mercado nacional, lo que incide en la desaparición de fábricas nacionales, cuyos trabajadores se desmoralizan porque no pueden competir con los productos chinos que son baratos, lo que da lugar en nuestro medio al cierre de fábricas, provocando desocupación.
Es indudable que China trata de introducir sus productos en todas las economías del planeta. Uno de los logros del intercambio con China ha sido la instalación del satélite Túpac Katari en Bolivia, con un costo de 300 millones de dólares, que a Bolivia le significa una deuda millonaria.
En cuanto a las relaciones comerciales de China con Bolivia, son fluidas, al extremo que comerciantes informales bolivianos van a territorio chino, en grandes cantidades, a pesar del desconocimiento del idioma. Ante esta realidad y para colaborar a este sector informal, la Universidad Mayor de San Andrés ofreció un curso para aprendizaje del mandarín, que es de gran ayuda para esos comerciantes.
La influencia mundial de la China es tan grande, que la industria norteamericana desplazó fábricas a territorio chino, lo cual es observado por el presidente electo de EEUU, Donald Trump, que pide que retornen a su país los industriales americanos para reforzar la economía estadounidense.
Por estas consideraciones es muy importante parar el endeudamiento que pone en riesgo la soberanía de Bolivia, porque a la China se le debe mucho dinero y este extremo puede ser peligroso, como los intereses que se paga por las deudas, ya que con el tiempo se convierten en capital y ello significa la hipoteca total del país.
El autor es Profesor Emérito y ex-autoridad universitaria de la UMSA.
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