Violaciones al por mayor

A diario escuchamos noticias sobre violaciones en nuestro territorio, que afectan en su mayoría a mujeres y no se conoce lo suficiente en defensa de niños y adolescentes. Sabemos que la erradicación de las violaciones es de prioridad mundial. Lastimosamente en nuestro país el Gobierno central, las gobernaciones y las alcaldías poco o nada hacen para combatir ese flagelo que carcome a nuestra sociedad.

También la violación se refiere a vulnerar o socavar los derechos de personas. La violación a las leyes es no cumplir con las obligaciones que ellas imponen. En esta ocasión comentaré sobre otro tipo de violaciones, a partir de hechos políticos, sociales y económicos dentro y fuera del Estado Plurinacional boliviano.

Gran parte de la población mundial sabe que representantes del Socialismo Siglo XXI, como Cristina Fernández de Kirchner, Lula da Silva y Dilma Rousseff, expresidentes de Argentina y Brasil y sus estrechos colaboradores, hoy enfrentan problemas judiciales por haber violado la ley, la Constitución Política de sus respectivos países y, sobre todo, haberse “enriquecido” ilícitamente con mucho dinero que pertenecía a sus pueblos. También sabemos que en Venezuela, a raíz de una “herencia económica calamitosa”, el presidente Nicolás Maduro ha demostrado ante el mundo que viola la Constitución Política venezolana, los derechos humanos de sus conciudadanos, a tiempo de mostrarse como anti demócrata. Por este comportamiento de Maduro y sus secuaces, los venezolanos están viviendo:

1.- Una crisis económica y social: con una inflación de 202% y una escasez de 48%, de productos como leche, café, aceite, papel higiénico, verduras, etc. El poder adquisitivo de la gente se reduce día a día, al extremo que la “hambruna” ha llegado a la clase media. 2.- Problemas sociales: Venezuela es considerado el segundo país más violento del mundo, con 45.000 asesinatos registrados el año pasado. 3.- Confrontaciones permanentes: a raíz de protestas violentas, Maduro afirma que la oposición, con la ayuda de EEUU, pretende derrocarlo con un golpe de Estado, incluyendo intentos para asesinarlo. 4.- Oposición fracturada: con apoyo del Tribunal Supremo de Justicia, Maduro ha declarado inconstitucional todo intento de oponerse a su gobierno, anulando un revocatorio a su mandato. 5.- Punto de inflexión en las protestas: desde 2015 encuentros en las calles entre grupos del oficialismo y la oposición terminan con muertos, heridos y nadie dice algo. (Fuente: Excélsior de Venezuela, 10.1.2017).

En Bolivia, los gobernantes del Estado Plurinacional, fieles a la revolución Socialista Siglo XXI no se quedan cortos. Han pregonado que después de 2006, apareció el primer presidente indígena en el mundo, secundado por unos cuantos “científicos y expertos” (C y E) en los campos de la política y economía para transformar la sociedad boliviana y la de todos los terrestres. Después de despilfarrar cerca de 300.000 millones de $US durante 11 años, han violado los derechos, costumbres, tradiciones y cultos, aproximadamente de un millón de indígenas, campesinos, originarios (ICO) en todo el país, además de engañarlos mediante sobornos para que acepten el discurso de ser los “legítimos gobernantes” de los plurinacionales.

Después de violar leyes nacionales han publicado la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional (CPEP), documento que usan para crear normas y decretos inventados por los C y E en beneficio directo del grupo gobernante y sus allegados. Acatando esos mandatos, todos los funcionarios afines al MAS de rango superior, que trabajan en el Legislativo o Ejecutivo del Estado Plurinacional, son libres de cometer “micro” delitos, es decir por montos inferiores a 1.000 millones de dólares. A esto se llama el libre mercado de la delincuencia, donde se distingue: crímenes por odio, licitaciones de alta cuantía, trato especial reciben YPFB, Ministerio de la Presidencia, Vicepresidencia y el Legislativo; uso de influencias, especialmente para parejas extramatrimoniales; contrabando, creación de fondos económicos para diversión de los ICO; concesiones mineras y forestales; organización de cumbres de toda índole; comercialización y “acullico” de coca; producción de cocaína, cárteles del narcotráfico, sicarios en apronte…

Para olvidar las violaciones a derechos ciudadanos, los problemas económicos, la salud quebrantada del pueblo, la educación decadente de niños y jóvenes, con la consigna del “buen vivir”, los bolivianos “ingenuos” nos conformamos con falacias como: la construcción de un edificio para el Ministro de Economía, con acabado oriental y blindado; el retorno al mar, el satélite Túpac Katari, plantas nucleares, tren bioceánico, Dakar, teleféricos, parques industriales, hospitales sin equipamiento ni médicos, centros educativos con docentes sin profesión, tribunales de justicia supuestamente sin corrupción…

Con tanta maravilla, nuestros gobernantes se sienten insustituibles hasta la eternidad. Pero, ¿qué pretenden los que incurren en violaciones?, ¿avergonzarnos como a los argentinos y brasileños?, ¿convertirnos en mendigos como a los venezolanos? Ante tanta iniquidad, generada por los C y E, “Que sepan los diputados, senadores, Vicepresidente, y Presidente, que más temprano que tarde les llegara la justicia en caso de violar su propia Constitución”. Aunque la tentativa está en marcha. Sugiero a los opositores de inmediato presentar la denuncia penal internacional ante esta flagrante vejación al pueblo boliviano.

El autor es docente universitario.

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