Callejón cambia a Bolívar por el Al Ettifaq

Juan Miguel Callejón dio ayer una mala noticia a la afición bolivarista. El español de manera sorpresiva confirmó su alejamiento y jugará está gestión en el fútbol de Arabia Saudita, el Al Ettifaq que disfrutará de los goles por un año y medio.

Callejón se identificó con los colores de la Academia desde su arribo (2013), logró dos títulos, el Apertura 2014 y Clausura 2015, tuvo dos subcampeonatos, además de llegar hasta la fase de semifinal en la Copa Libertadores de América.

“Me voy feliz pero está claro que dejo mucha gente amiga, quiero que sea un hasta luego y me voy pero seguiré siendo un bolivarista más en el lugar donde éste”, mencionó ayer Callejón en la conferencia de prensa.

La oferta de los árabes convenció a Callejón y a la dirigencia bolivarista, un monto económico que servirá para contratar a otro jugador en esa posición. El presidente de Bolívar, Guido Loayza, confesó ayer que será difícil cubrir el lugar del último goleador del campeonato (con 16 goles).

“Se va Juan Miguel reemplazarlo no va hacer fácil pero trataremos de contratar a un jugador que no sé si hará lo mismo para que la salida de él no sea un impacto duro en Bolívar. Con el profesor (Beñat San José) trataremos de encontrar una solución. Ojalá sea un hasta luego y vuelva a Bolívar”, sostuvo Loayza.

Callejón reconoció que irse es difícil porque deja amigos y prefirió dar la cara para explicarle a la afición que rechazó dos ofertas anteriores de otros clubes pero la oferta del Al Ettifaq le hizo tambalear. Callejón aceptó porque el resarcimiento económico que consigue Bolívar ayudará para los próximos meses.

“Agradecer a Marcelo (Claure) que me dijo que están las puertas abiertas para mí. El aficionado tiene que entender que esto es un trabajo como cualquiera y ojalá que con los refuerzos que han llegado estén bien y mí salida no de mucho de qué hablar”, agregó el español.

Los aficionados llegaron hasta el estadio Simón Bolívar para despedirse del goleador y recibieron los últimos autógrafos.

Paulo Apaza