Un Romántico de la Canción Argentina
Prof. Eliodoro Nina
Es un cantante romántico argentino, nació en el Barrio Gral. Paz de Córdoba, Argentina, el 17 de enero de 1942, hoy cumple 75 años, en familia fueron cinco hermanos y Aldo el mayor, él dice que fueron pobres pero muy felices, su padre fue panadero y su madre ama de casa, desde muy pequeño tenía inclinación por la música, a los 7 años comenzó tocar la guitarra, el público eran sus tíos y sus padres, a los doce años empezó a componer, más adelante escuchaba en la radio folklore y tango, se fue a Buenos Aires a probar suerte como cantante los años 60’s, actualmente toda su familia está en Córdova.
Su primer éxito fue “Canción para una mentira”, que lo grabaron en conjunto “Los del Suquia”, Julio Maharbiz lo invitó a viajar a Buenos Aires y su primer tema fue “Olvídame Muchacha” y empezó a destacar como gran autor en las antiguas peñas.
Fue el gran Horacio Guarany quien lo animó a cantar lo que escribía, convirtiéndose en el gran trovador romántico, sus canciones son el reflejo de la vida misma, muchas de las cuales son verídicas, lo que le pasó a él o alguna historia que le contaron.
Su tema “Canción para una mentira” vendió gran cantidad
de discos en aquella época y este tema fue utilizado por mu-cho tiempo en el programa “Argentinísima” de Julio Maharbiz. Tuvo además, importantes canciones como “Brindo por tu cumpleaños”; “Que voy a hacer con este amor”, “Olvídame muchacha” y tantos otros que nos llenan de ternura, nostalgia y de romanticismo.
El año 1979 participó en 2 películas argentinas; “La carpa del amor” y “Los éxitos del amor”. En México fue gran amigo del cantante de música ranchera Cuco Sánchez y grabó va-rios de sus temas, se conocieron cuando Aldo viajó durante 8 años seguidos por México y EE.UU.
Aldo Monges decía en una ocasión: “Que los verdaderos románticos tienen un camino muy duro que recorrer con el canto, transitar por la senda de la copla es desangrarse en versos que a veces nadie escucha, es morir de a poco, es como llamar a una madre ausente sin que nunca llegue a nosotros; es como ver morir la flor sin poder arrojarle un poco de agua para salvarla”.
Siempre está agradecido a la gente por lo que hizo por él, por haberle hecho un pequeño lugar en su tiempo para escucharlo, para dejarles decir su palabra llena de poesía y que perdure por siempre en el pueblo y en el corazón de los enamorados.
Pasaba sus tardes con su eterna enamora-da, quien fue la musa de la mayoría de sus inspiraciones, circunstancias de la vida aleja-ron a esta persona de su entorno, ya sea por su carrera o por una decisión ajena que lo llevó a retirarse y olvidar, volvió al cabo de muchos años, triunfante aún, a su amado lugar. Fue entonces cuando revivió los mejores años de su vida junto a su aún amada, a quien tuvo la alegría de volver a ver, pero sin cruzar palabra, solo de lejos con lágrimas aún en sus ojos, su musa seguía dándole motivos a su interminable inspiración.
Para la canción “Querida tristeza” comentaba y decía: “Tú tienes una pena, te la leí en los ojos esta tarde y miran-do dentro tuyo, te encontré similar a todas las pibas que sufren, que sufren como vos, como yo, lloras por él verdad?, yo también lloré por ella, pero la vida, amiga mía, la vida te ha reservado muchas sorpresas, y quizás vuelvas a sufrir... Pero, un día, ya verás, habrá mil guitarras que canten para ti, y un coro de enamorados te gritarán que el amor existe, Que no es solamente un sueño que habita dentro tuyo desde hace mucho tiempo y entonces la misma vida con una sonrisa feliz te dirá ¡Toma niña, éste es tu amor!. Es tuyo, guárdalo en tu pecho para siempre y quiérelo hasta la muerte”.
Cuando actuaban los románticos de la canción argentina: Aldo Monges, Daniel Toro y Carlos Torres Villa, era un verdadero espectáculo integral, donde los intérpretes estaban acompañados por la orquesta dirigida por Gustavo Beytelmann, el excelente “Cuarteto Urpillay” y el trío femenino “Las Voces del Tiempo Nuevo”.
Entre los premios más importantes obtenidos por Aldo se destacan el tan ansiado Disco de Oro por un millón de copias vendidas en 1976 en Argentina, el Record World International Latin Awars en 1977, por ser el “CANTANTE IMPACTO DEL AÑO” y es el único argentino en lograr ganar el Globo de Oro de los Estados Unidos, 2 años segui-dos, como revelación del año en 1978 a 1979 y el premio a la balada impacto del año en 1979 a 1980.
Algunos de los éxitos de Aldo Monges que perduran y se escuchan de tiempo en tiempo son: “Dime porque lloras”, “Que voy a hacer con este amor, “Tiempo de rejas”, “Canción para una mentira”, “Hoy he leído tu carta”, “Corazón payaso”, “Brindo por tu cumpleaños”, “Un cigarrillo más”, “Querida tristeza”, “La tristeza de mi mujer”, “Olvída-me muchacha”, “Quema esas cartas”, “Niña me faltas vos”, “Mendigo rey”, “Son las luces para vos”, “No llores que siempre fui tuyo”, “Un hijo en febrero”, “Canción del adiós”.
Aldo escribía los temas sin buscar éxitos, él dice: “Yo soy un cantor pobre y muy con-tento de la vida que Dios me ha dado, la gente es mi patrón, vivo agradecido a ellos, me emociona el público y nos emociona también a nosotros que escuchamos sus canciones que siempre estarán presentes en nuestras vidas”.
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