Precios agrícolas bajos para más importaciones

El año pasado la producción agrícola descendió por varias causas, determinando alza de precios de verduras, tubérculos, maíz, trigo y otros granos imprescindibles para la canasta familiar y para la economía de los agricultores, en especial los de valles y altiplano. Ese problema económico determinó elevación de precios debido al descenso de la oferta interna y subida del consumo.

La caída de la producción agrícola para abastecer los mercados internos fue confirmada por estadísticas y declaraciones de funcionarios de la burocracia oficial, quienes, sin embargo, trataron de reducir la magnitud del problema, tanto con informaciones optimistas cuanto por importación de alimentos para llenar los mercados y mantener precios sin variación.

Según los informes oficiales, en vista de la baja de la producción de maíz, el año pasado el gobierno procedió a importar de países vecinos la enorme cantidad de 92.739 toneladas de maíz duro, para abastecer a los sectores productores de pollo y ganado, que se vieron frente a inminente quiebra debido a escasez del producto y con la explicación de que por la sequía se había dejado de producir alrededor del 50 por ciento de lo registrado en años anteriores. La Asociación de Productores de Oleaginosas de Santa Cruz recalcó que “El maíz es el principal producto golpeado por la importación”. El valor importado el año pasado llegó a 13.4 millones de dólares.

De otro lado, un estudio de la Fundación Alternativa reveló que la importación de papa para las ciudades llegó al 48 por ciento de las necesidades del consumo, porcentaje que ha ido subiendo y al parecer aumentará aún más, como efecto de la sequía del año pasado y la desleal competencia extranjera. A esos datos del ostensible bajón de la producción agrícola se debe agregar los referidos a verduras, fruta, café, etc., fenómeno que continuó por la sequía, pero en especial por la sustitución de esos cultivos por el del arbusto de coca en los yungas de La Paz, donde los agricultores piden libertad para cultivar diez mil hectáreas más, mientras la nueva Ley de la Coca solo les permitiría siete mil hectáreas.

En conjunto, la caída de la producción de alimentos ha causado, sin lugar a duda, el alza de precios. Sin embargo, esa elevación no se registró de manera visible, debido a que los mercados de consumo no sufrieron escasez de productos debido a dos factores: 1) La masiva importación de algunos alimentos por parte del Gobierno y 2) El contrabando que ha sustituido la producción nacional por no existir productos nacionales y por sus bajos precios. En esa forma, pese a los problemas, los precios de algunos alimentos no solo se han mantenido normales, sino ¡inclusive bajaron! No es, pues, que los precios de los alimentos no subieron, sino que comemos más productos extranjeros importados por el Estado, más baratos, por alrededor de 600 millones de dólares al año, sin contar el contrabando que supera esa cifra.