Cómo disolver la maldición de los insultos y las ofensas

En el mundo de las comunicaciones humanas existe una categoría de pensamientos y de palabras que se utilizan como proyectiles para causar daño al receptor o persona que recibe este tipo de comunicación dañina y destructiva.

Cuando aprendemos a memorizar uno de los principios de la PNL (Programación Neurolingüística) que dice que “el mapa del mundo no es el mundo”, comenzamos a comprender las razones por las cuales nos afectaban las ofensas y los insultos.

Cuando nos damos cuenta de que las ofensas y los insultos son un tipo de comunicación negativa y de mala fe, podemos darnos cuenta también del futuro que le espera a la persona que hace este tipo de comunicación pues esas comunicaciones son también energías que retornan al emisor produciendo alteraciones en los campos bioenergéticos que formas su cuerpos físico, mental y emocional.

Debemos aprender a reprogramar nuestras creencias que nos hacen reaccionar de mala manera para que podamos reaccionar de manera relajada, positiva y muy inteligente.

La sugestión es un tipo de ejercicio que puede borrar cualquier programa negativo que esté alojado en la mente profunda o mente subconsciente, un joven que tenía muy mala relación con su madre y que pese a quererse siempre terminaban en un “cortocircuito” relacional aprendió a repetir la siguiente sugestión:”La maldición de los insultos y de las ofensas al fin se está extinguiendo” y repitió esa sugestión durante quince minutos y el engrama que los hacía “chocar” se fue disolviendo poco a poco.

Usted querido amigo o usted querida amiga puede probar a repetir esa sugestión y comenzar a notar cómo esas creaciones indeseables (los insultos y las ofensas) van desapareciendo poco a poco de su mundo mental y relacional.

Como las palabras y los pensamientos son fuerzas creadoras, podemos inferir o deducir que las verdades como las mentiras crean, solo que las cosas que crean son muy diferentes y muy distintas; nos vemos en el artículo de mañana.

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