En días pasados se realizó una reunión de guarnición de las FFAA con motivo de presentar el nuevo estudio matemático actuarial, para que la entidad recupere su crédito o confianza con sus asegurados. El problema se presenta cuando cumplen 35 años de servicio para obtener su capital de cesantía, correspondiéndoles un salario por cada año de trabajo, es en ese momento que la entidad no dispone de los recursos suficientes para cumplir con las obligaciones.
Otro de los puntos se refiere al capital asegurado, que según el Decreto Ley Nº 11.901, Art. 152º, dice que ante el fallecimiento de un asegurado, sus derechohabientes recibirán un equivalente a 30 mensualidades de la última renta, además una alícuota para gastos funerarios.
Ambos casos deberán ser cubiertos con los aportes de los asegurados, en el primer caso de 7,6% de su salario y el 2% de las rentas, la recuperación de esos aportes no llega a cubrir el compromiso.
Analizando los hechos, las autoridades solo ven la solución con la elevación de aportes, además revelando ciertas restricciones en cuanto al total que les corresponde, especialmente del capital asegurado. La práctica nos enseña que para ir hacia una solución se accede a lo más fácil, mover las primas o reducir los beneficios que datan desde la creación de Cossmil, del Decreto Ley Nº 11.901. Indudablemente, los beneficios fueron modificados, pero a favor de los aportantes en cuanto a cesantía especialmente. De acuerdo con las leyes sociales, toda modificación que beneficie al trabajador es bien venida, pero no lo contrario. Es de hacer notar que todo el sistema que se maneja es exclusivamente con aportes de los asegurados, sin subvención, ni del Estado, menos de Cossmil.
La parte más importante que se debe tomar en cuenta es que quienes manejan esa entidad deberían tener varias ideas, en primer lugar, no tocar los salarios; segundo, cómo mantener los mismos beneficios, ya que a la fecha se está ingresando a un colapso económico. Cómo salir del enredo, para que en los aportantes haya consenso sobre que es necesaria una modificación en las primas. Antes se debe presentar posibilidades que se hubiera estudiado y no ir por la parte más fácil.
Como opciones en una entidad de tan alto nivel para las FFAA se puede considerar varias, como obtener recursos para el régimen especial, en qué forma se puede alcanzar esos recursos, dónde se los puede encontrar y finalmente cómo restituir el sistema de pensiones, sin fracturar el actual servicio y menos reducir rentas o el capital asegurado. Existen criterios técnicos que en su momento pueden resolver el problema, dando una solución sana.
Mis artículos publicados son bastante explícitos, los hechos me han dado la razón y no es necesario que se haga elucubraciones respecto a las verdades que hago notar, en esto también influye la administración.
Siempre hay una parte que tiene que estar en duda para los asegurados del país, el sistema de pensiones no tiene futuro, porque en todos los países ya se está estudiando nuevas formas para las jubilaciones. En la ley actual se corre el riesgo de reducir aún más los topes señalados y que siempre irán en perjuicio de los trabajadores. En este aspecto ya tienen un ejemplo real, los jubilados en el antiguo sistema tienen un tope. En cuanto a la parte de las FFAA, solo les queda manejar su sistema en forma integral, el mismo que dará lugar a que puedan controlar sus aportes y que no den lugar al uso que pueda dar a los mismos el propio Estado, como ya lo hizo.
Debemos considerar que siempre las autoridades del Gobierno, en este caso de Cossmil, darán discursos muy bien enganchados, pero la mayor parte de las veces solo dan muy buenas pinceladas y luego vienen las grandes decepciones, como sucede con el régimen especial, sobre cesantía y capital asegurado y peor cuando no hay recursos ni para gastos de funerales. Por ello muchas viudas reclaman su derecho y reciben la respuesta de “no existen fondos”. Estos hechos son lamentables y dicen muy poco respecto a una entidad que tuvo momentos de alto reconocimiento. Lo más importante sería que se dé cumplimiento a la Constitución del Estado, pues las FFAA se manejan por sus propias leyes y reglamentos.
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