Según el reporte de la Fundación Natura Bolivia, los valles de Santa Cruz se encuentran entre las regiones más biodiversas de la tierra, con una extensión altitudinal de casi 3.000 metros y ubicados en la intersección de tres ecosistemas principales: la Amazonia, los Andes y los Bosques Secos del Centro de Sudamérica. Sin embargo, la presión de la agricultura en la región ha llevado a la degradación y fragmentación de los bosques, así como a la contaminación del medio acuático, con implicaciones para las especies acuáticas, los animales en los bosques y las comunidades locales.
Las comunidades de la zona obtienen agua para beber, cocinar, lavar, limpieza y regar desde cuerpos de agua en los bosques cerca de los asentamientos. Si bien esto los hace independientes y en gran parte autosuficientes en términos de abastecimiento de agua, también significa que la calidad del agua en esas comunidades depende del uso de la tierra en la cuenca alta. Los agricultores de la zona permiten a su ganado andar libremente a través del bosque durante una gran parte del año. Durante este período, el ganado tiene acceso directo a estos cuerpos de agua para beber, pero también los contaminan con sus heces fecales, que contienen virus patógenos, bacterias y protozoos. La consecuencia de esto es una crisis de salud pública en muchas de las comunidades: diarrea generalizada, que a menudo afecta a bebés, niños pequeños y ancianos.
Portada de HOY |
| |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 7.29 Bs. |
1 UFV: | 2.18281 Bs. |