La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) de noviembre de 1999 acordó celebrar cada 21 de febrero, a partir del año 2000, el Día Internacional de la Lengua Materna, para contribuir así a la defensa de uno de los derechos humanos fundamentales: el derecho de las personas a hablar en su propia lengua y porque además cada lengua es una visión del mundo diferente, un almacén de cultura de la humanidad. Las seis mil lenguas que existen actualmente en el mundo son maternas de una etnia, una nación o de varias naciones.