La Paz vivió ayer una jornada caótica, debido a las diferentes movilizaciones que registraron heridos y detenidos, mientras tanto, el presidente Evo Morales cumplía su agenda de entrega de obras en Cochabamba, donde aprovechó para jugar un partido de fútbol.
El mandatario participó la mañana de ayer, martes, del aniversario del municipio de Alalay, pasado el mediodía realizó la entrega de un coliseo deportivo en Sacabamba, posteriormente aprovechó la oportunidad de realizar actividad física.
En La Paz, centro político del país, la plaza Murillo se encontraba cerrada con cordones humanos de policías, para que ningún tipo de movilización logre ingresar hasta ese punto.
EN LA PAZ
En los alrededores estaban las bases de la Central Obrera Boliviana (COB), cumpliendo su paro de 48 horas en apoyo a los productores de la hoja de coca de los Yungas y los trabajadores de la Caja Nacional de Salud (CNA). A dinamitazos ahuyentaron a los niños y adultos.
También se registraron enfrentamientos en la calle Yungas, donde los productores de coca del norte paceño y los policías intercambiaron gases lacrimógenos, piedras y petardos.
Los vecinos asustados y llorosos los niños no entendían las razones por las que debían soportar el brote de violencia. Las vendedoras del mercado Yungas se refugiaron en la infraestructura de su fuente de trabajo.
ESTADO COLONIAL
Durante la entrega de un coliseo en Sacabamba, el presidente Morales indicó que Bolivia cambió a partir de su nuevo mandato, instaurado por los movimientos sociales.
“Antes era un Estado colonial (…) Este movimiento político llamado MAS-IPSP es para cambiar Bolivia, y ahora en corto tiempo ya tenemos una nueva Bolivia”, dijo el mandatario durante su intervención.
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