Vecinos exigen mejoras en alumbrado público

Sonia Torrico, representante vecinal de la zona Villa Esther, ubicada en el Distrito 3, denunció ayer que el servicio de alumbrado público en el barrio es insuficiente, lo que es aprovechado por antisociales para cometer robos agravados en viviendas y colegios.

“En las avenidas Julio César Valdés, Cochabamba y el resto de las vías troncales, que incluye 13 manzanos, existe una deficiente atención del alumbrado público, aspecto al que la junta vecinal solicitó atención en su momento con las autoridades de la Subalcaldía. Hasta el momento, no se logró atender el pedido. Desde San Luis Songo, Cosmos 78, 24 de Julio y Jerusalén, no existe atención de alumbrado público, razón por la que fue solicitado un nuevo proyecto”, explicó Torrico.

Según la representante vecinal, en las avenidas troncales, son las subalcaldías, quienes están a cargo de realizar las instalaciones y mantenimiento del alumbrado público, aspecto del que no todos los vecinos, tienen el conocimiento correspondiente y buscan que dichas atenciones solo las realice la instancia ejecutiva del Gobierno Municipal de esta urbe.

INSEGURIDAD

Uno de los constantes reclamos que existe en las zonas mencionadas del D-3 se refiere a la falta de patrullaje y presencia policial, además de que no existe la instalación de un módulo policial, que por lo menos pueda permitir alguna posibilidad de protección a los vecinos de la zona.

“Este sector denominado Sub 3, no registra presencia policial y la misma solo se concentra en el ingreso y salida de los escolares en uno de los colegios ubicados en la zona, aspecto que no logra atender la demanda constante de seguridad ciudadana”, enfatizó la representante vecinal.

Las plazas públicas de Villa Esther, son visitadas con preferencia por pandillas y grupos de bebedores consuetudinarios, quienes generan la posibilidad de aumentar los riesgos de inseguridad ciudadana, aspecto por el que los vecinos se sienten impotentes para lograr despejar su único centro de esparcimiento.

En primera instancia, se ubicó un módulo en el sector Primero de Mayo, el cual constantemente está vacío, mientras que en el caso de las alarmas vecinales (bocinas), las mismas tuvieron una duración de un año, dejando sin mantenimiento las mismas al momento, por lo que los vecinos de cada calle optaron por buscar los mecanismos de seguridad, “casa por casa”, siendo el proyecto insuficiente.

Mientras que la existencia de lotes baldíos, en el manzano “B” es otro factor que genera riesgos en la inseguridad ciudadana, por lo que los vecinos, proponen mayor atención a los propietarios de casa o lotes vacíos.

INVERSIÓN

PRIVADA

En el D-3 los problemas de seguridad ciudadana de los vecinos deben ser solucionados con una inversión privada de cada uno de ellos, quienes adquieren sus propias cámaras de vigilancia para viviendas y calles. Aplican el sistema de llamadas entre vecinos o la comunicación por el uso de petardos, ante la ausencia de efectivos policiales, quienes no realizan rondas de control.

En temporada de conflictos en la sede de Gobierno, los efectivos policiales de la urbe alteña apoyan la labor de contingencia, por lo que muchas zonas se encuentran desprotegidas.