La denominada era industrial fue muy importante para el desarrollo de la humanidad; pero sus efectos fueron de alto costo, al ocasionar el calentamiento climático y la contaminación del planeta tierra, como consecuencia de la emisión de cantidades de gases tóxicos producidos por las grandes industrias del mundo; siendo también la principal causa del agotamiento de los recursos naturales sobre la tierra, por una indiscriminada explotación y la destrucción de grandes extensiones de territorio y bosques, ocasionadas por la mano del hombre, que han contribuido al proceso acelerado de agotamiento de los recursos naturales y la degradación del medio ambiente. Este hecho en un futuro muy próximo tendrá consecuencias imprevisibles para la vida de los seres humanos y otros seres del planeta. Sin embargo, los recursos naturales han sido fundamentales para el progreso de la economía de los pueblos del mundo.
Bolivia fue privilegiada por la generosidad de Dios, al ser dotada con grandes cantidades de recursos naturales, renovables y no renovables; pero su condición de país extractivista y exportador de materias primas, por excelencia, sobre lo que basó su economía, no permitió su desarrollo económico ni social. Además los bolivianos no supimos aprovechar los beneficios de estos recursos, por el contrario, los despilfarramos irracionalmente, hasta llevarlos al extremado del riesgo de agotamiento, como es el caso del elemento vital, el agua, los hidrocarburos, minerales y otras riquezas que aún existen en el territorio nacional. Pero después nada se tendrá para exportación, actividad de la que, lamentablemente, depende nuestra economía.
Los países altamente industrializados, como Estados Unidos, China, Japón entre otros, para enfrentar esta crisis ya piensan en recurrir a otras opciones, como la transferencia de tecnologías, exportación de cerebros a países en desarrollo, etc., para ello utilizarán las nuevas tecnologías que traen las ventajas de los sistema de dispositivos móviles, robots, androides, impresoras 3D, que elaboran productos terminados y las 4D, que producen materiales inteligentes.
Estas tecnologías reemplazarán, muy pronto, la mano de obra humana, tradicionalmente utilizada en fábricas e industrias. Esta nueva Revolución Industrial ha de tener consecuencias sociales imprevisibles en el mundo, significando menos empleo en fábricas e industrias, porque se creará nuevas actividades tecnologizadas y diferentes formas de trabajo para los hombres. Además la gente trabajará menos tiempo, pudiendo hacerlo desde su casa.
Con todos esos antecedentes, Bolivia debería pensar en adecuarse, sin pérdida de tiempo, a las nuevas tecnologías que permitan aprovechar sus ventajas. También se debería pensar en aprovechar las fuentes de energías limpias e inagotables que se tiene en abundancia, como son: energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica y otras que tienen mínimo efecto contaminante, a diferencia de las convencionales que lo provocan. La pregunta es: ¿qué se está haciendo en el país para enfrentar la situación crítica que se viene?
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