Bajo presupuesto contra plaga de langostas

Contrariamente a lo que a seguridad y prudencia señala, el gobierno ha dispuesto un magro presupuesto de cinco millones trescientos mil bolivianos para combatir a la plaga de langostas que afecta a los cultivos del departamento de Santa Cruz. Un monto muy bajo teniendo en cuenta que combatir este tipo de plagas debería tener prioritaria atención por las múltiples consecuencias que tiene el hecho de que langostas voladoras destruyan más de un mil hectáreas de cultivos.

El presupuesto fijado para realizar campañas de fumigación y otros contra un mal que puede expandirse fácilmente no solo al resto de Santa Cruz sino afectar también al Beni y pasar a otros sitios, es sumamente bajo, especialmente si se lo compara con las inversiones realizadas en un llamado museo y que mayormente no tiene trascendencia alguna, no obstante el gasto de más de cincuenta millones de bolivianos o su equivalente, 7 millones de dólares.

Nuestro país ya tiene experiencias con plagas de langostas; una de ellas y que tuvo consecuencias graves fue la invasión de langostas a Cochabamba en la década de los años 40 y que destruyó muchísimas hectáreas de cultivos. Ahora, se cree, sin confirmación alguna por parte de técnicos y estudiosos, que “la invasión de langostas pasará en corto tiempo”; pero no se toma en cuenta que para este tipo de invasión el corto tiempo puede durar muchos meses por las repercusiones expansivas que tiene.

Creer que “no afectará mayormente a la producción de alimentos” es vivir lo que no se ha visto y menos comprobado porque las langostas ya destruyeron muchas hectáreas de productos alimenticios, especialmente maíz, maní, arroz y otros cultivos que incluyen frutales y, además, pastos que sirven como alimento al ganado vacuno. Las pérdidas cuantiosas que significan grave atentado a la economía no afectarán solamente a Santa Cruz sino a todo el país por el hecho de que esos productos alimenticios destruidos tendrán que ser reemplazados con la producción importada o producida por otros distritos y su costo eleva de todos modos la canasta familiar.

Una vez más el gobierno ha perdido las perspectivas de lo urgente y necesario, como es el combatir a la plaga de langostas, cuando debía haber desplegado todos los esfuerzos para combatir el mal, inclusive disponiendo que las fuerzas del ejército y la Fuerza Aérea intervengan en la eliminación de langostas en departamento tan importante como es Santa Cruz.

Será necesario, pues, que el gobierno refuerce los presupuestos para combatir la plaga, y, además, despliegue todos los factores tecnológicos y químicos con miras a terminar con este mal que, muchas veces incontenible, puede tener una expansión peligrosa.